Tamara Taylor

El hombre a quien David golpeó decide demandarlo, pero Keith halla otra forma de saldar su deuda.

Después de que Booth tiene una aventura en el dormitorio con su exnovia Rebecca, recibe una llamada de Brennan sobre su último caso y acepta reunirse con ella en un sitio de construcción de condominios. Los llevan a una unidad parcialmente construida, donde aparecieron los restos horribles de un hombre disolviéndose en una bañera de productos de limpieza. Después de determinar que la víctima tenía la enfermedad de los huesos de cristal, buscan en una base de datos de víctimas de esa enfermedad, todos niños, y se separan para visitarlos con la esperanza de encontrar una conexión con el hombre muerto. Cuando Brennan y Booth regresan con la confirmación de la identidad del hombre, se dan cuenta de que estaba viviendo una doble vida con dos familias diferentes. En lo que parece ser un simple caso de celos y dinero del seguro, nuevas pistas envían a Brennan y Booth en una dirección completamente diferente y un tercer sospechoso sale a la luz.

Después de quedarse varado en 1982, Mack regresa al hogar de su infancia para enfrentar la muerte de sus padres; Deke recluta a un nuevo grupo de agentes.

Tras revelar su identidad y dañar a Zephyr en el proceso, el equipo debe moverse rápido para rescatar a los padres de Mack, salvar S.H.I.E.L.D. de una invasión de chronicoms y arreglar la nave; Daisy y Sousa están en desventaja en contra de Nathaniel Malick.

Cuando los cuerpos de dos adolescentes mellizos secuestrados cinco años antes son descubiertos en Pensilvania, Booth y Brennan se encuentran tras la pista del Sepulturero, un notorio asesino en serie cuyo modus operandi es secuestrar, enterrar a sus víctimas vivas y hacer una única y exorbitante petición de rescate. Si el dinero no se paga en el período de tiempo especificado, no hay más comunicaciones y se deja morir a las víctimas. Durante la investigación, Brennan y su colega científico, el Dr. Hodgins, se convierten en las últimas víctimas del Sepulturero, obligados a intentar resolver su propio secuestro desde una tumba subterránea.