Timothy Stack

Thomas, el padre ausente de Darnell y espía encubierto, llega a Camden afirmando que necesita hacer las paces con su hijo; Earl y Randy acuerdan entregar una nota a Darnell en nombre de Thomas, solo para descubrir que su padre es la razón por la que Darnell está en el Programa de Protección de Testigos. Una vez descubierto, Darnell se ve obligado a participar en una última misión encubierta.

Earl lo tiene todo: un certificado educativo, un trabajo, un apartamento nuevo, y ahora, con su nuevo e improbable interés amoroso, Earl finalmente es un adulto. Nada puede detener a Earl en su camino hacia la madurez, excepto, por supuesto, el propio Earl. Joy, por otro lado, pone su futuro en manos de la ley cuando finalmente llega su juicio por robar un camión. Earl comete la mejor acción para ayudar a Joy, pero termina sacrificando todo. Todo se reduce a este juicio y al impactante testimonio de Earl.

El karma apuñala a Randy. Un noticiero nocturno le recuerda a Earl el número 29 de su lista: «Acosé a un reportero». Mientras Earl y Randy trabajan para tacharlo de la lista de Earl, Randy se da cuenta de que después de años de estar a la sombra de su hermano, ya ha tenido suficiente. Al tratar de separarse de su hermano, Randy se da cuenta del verdadero poder del karma y de los medios.

El estilo de vida de Earl en prisión parece estar cambiando a su vida normal fuera de los bares. Tiene dificultades para adaptarse a la vida normal y sigue guardando rencor con el karma. Sin trabajo, sin casa y sin dinero, Earl decide que sus buenas acciones no lo llevarán a ninguna parte, por lo que vuelve a sus viejas malas costumbres. El camino de Earl hacia los problemas comienza cuando ve que Ralph está viviendo una vida lujosa después de estafar a una anciana. Randy no puede soportar el cambio de estilo de vida de Earl, por lo que recurre a Joy y a muchos otros para participar en una intervención la mañana de Navidad. Earl rechaza a sus amigos e intenta huir del karma, pero el karma lo alcanza en la forma de un auto y Billie.

Cuando Earl decide tachar la anotación 24 de su lista: «Robé una máquina de números roja», él descubre que primero debe convencer a Randy de que es lo correcto. La debilidad de Randy por la máquina se revela en un flashback de la víspera de Año Nuevo de 1999, cuando la pandilla confunde el año 2000 con el apocalipsis y los lleva a creer que son las últimas personas sobrevivientes de la Tierra.