
T3, E14: Un exteniente de policía furioso y empeñado en vengarse le hace la vida imposible a Furillo después de que la hija del hombre fuera violada y apuñalada. El enfurecido teniente no dejará en paz a Furillo hasta que atrape al hombre que agredió a su hija, que ahora está hospitalizada. El capitán, que siempre se mantiene sereno, se irrita cuando el padre le lanza un ultimátum amenazante. Igual de rabioso, o al menos eso parece, está el jefe Daniels, cuando lo muerde una rata durante un recorrido por una casa sórdida. Pero LaRue, un salvador improbable, se gana la gratitud eterna del jefe cuando coloca a un roedor diferente y lo hace pasar por el verdadero bicho. Después de que el público viera su trasero mientras estaba fuera de servicio, al penitente Renko se le asigna la modesta tarea de impartir multas de estacionamiento sentado en una motoneta.