HILL STREET BLUEST2, E10
El espía de Delgado
Furillo, con miedo de que lo impliquen y arruinen en una pila de supuestas irregularidades citadas en una investigación del gran jurado, reticentemente sigue el consejo de Joy y busca su propio abogado competente, aunque caro, o arriesgarse a convertirse en el chivo expiatorio del departamento. Hunter pone dos perros basset de raza en el camino de una jauría de perros letales que buscan en edificios vacíos. Como siempre, se mantiene muy confiado, hasta que los animales lo confrontan tras un accidente en el que termina herido, solo y desarmado. Renko y Hill por fin pueden trabajar encubiertos como camareros en un popular restaurante, e intentan exponer oficiales de policía y otros funcionarios públicos venales que extorsionan a empresarios locales a cambio de dinero.