Zero Hubbard

Arnold considera que las nuevas reglas de la escuela son injustas y encabeza una huelga para protestar, pero también se arriesga a ser expulsado. ¿Podrá generar un cambio?

Los oficiales mantienen una alerta especial para Floyd Green, un cruel asesino adolescente que acaba de ser liberado y causa más caos. A Bates le enternece un niño de la calle seductor, aunque abandonado, y se ofrece a llevarlo a casa con ella. Belker, quien teme volar, debe tomar un avión a Las Vegas para extraditar a un prisionero durante el Día de Acción de Gracias. A él se une LaRue, quien saca provecho de los billetes de avión robados y vende algunos a unos pocos compañeros policías agradecidos. La comisaría se somete a una auditoría del Servicio de Rentas Internas y acuñan un nuevo término: «no permitir».

Furillo presiona a un socio comercial para que les tienda una trampa a un par de contratistas que conspiraron para asesinar al alcalde. Y un indio pseudoamericano, que fue Cisco Kid el año anterior, monta su ciclomotor y se pone en pie de guerra, haciendo que el Día de Acción de Gracias de Hill y Renko sea miserable. Belker, enojado, está en Las Vegas para extraditar a un prisionero, y ve a Coffey arriesgar su fortuna en la mesa de juego de forma patética. Ellos y otros cuatro oficiales quedan varados por un cheque sin fondo de LaRue.

Una búsqueda exhaustiva del asesino de un policía querido hace que Buntz presione a Bates para obtener la identificación positiva de un sospechoso. Bates tiene dudas sobre su recuerdo del tiroteo del oficial y busca la ayuda de un sacerdote. El asistente legal Jesús Martínez es el chivo expiatorio de los sobornos a un juez corrupto. El guardia de seguridad bien intencionado pero inepto de una tienda por departamentos acosa a Belker mientras este trabaja encubierto.

La comisaría cobra vida con la producción de videos musicales in situ. El director recluta a Jablonski, quien lo desaprueba, y al cachorro shar pei de Hunter, para crear un buen ambiente en la extraña epopeya neblinosa. Un urbanizador sin escrúpulos obliga a un grupo de ancianos a tomar medidas drásticas para evitar ser desalojados de una vivienda en ruinas. Belker se hace pasar por el títere de una sombría oficina de libertad condicional. Bates apuesta conseguir la custodia de Fabian pagándole dos mil a la madre. Fabian pasa a estar bajo custodia legal de Bates. Hill y Renko se enfrentan a Dudley Hicks, un miembro fornido de la pandilla Mau Mau que extorsiona las víctimas para sacarles dinero sentándose sobre ellas.

Hill y Renko deben colaborar durante una huelga de trabajadores de saneamiento, hasta que Hill, emocional, pierde el control y casi provoca un escándalo durante el funeral de un traficante de drogas. Tras su arrebato, recibe una amenaza de muerte anónima que unifica a sus hermanos policías en su defensa. Los recién llegados Russo y Flaherty se convierten en amigos íntimos fuera del trabajo. Ballantine se desacata, toma un rehén y quiere atraer a su exmentor, Hunter. LaRue y Washington reclutan a Sid el soplón para que finja ser químico y obtenga las pruebas que necesitan para condenar a un traficante de drogas.