La agente de Melissa, Valerie, que es dueña de la casa en Croacia, está pronta a llegar de visita, por lo que Melissa está preparándolo todo para su llegada. Durante el desayuno, Frances coquetea con Nick, sin embargo, las cosas se tensan cuando este admite que aún ama a Melissa. La conversación se detiene cuando esta última llega y les asigna tareas para la gran cena de esa noche. Más tarde, Nick le pide disculpas a Frances por ser tan directo en el desayuno, y la deja intentando procesarlo todo. Finalmente, Valerie llega, y queda claro que tiene una gran personalidad, por lo que la energía del grupo se concentra en ella. Valerie y Melissa comienzan a hablar casualmente y de manera poco amable, a los ojos de Frances, de la salud mental de Nick. Entonces, la chica se frustra y se va enojada. Bobbi intenta calmarla, y ambas sienten que su amistad volvió a ser la de antes. Luego, cuando Valerie se va a dormir, Frances tiene una incómoda conversación con Melissa que agrava sus complejos sentimientos con respecto al amorío. La chica le confía a Nick que realmente no había considerado las repercusiones de sus acciones, pero ambos deberán enfrentarlas antes de lo que piensan.