La intérprete del silencio

Es diciembre de 1963 y Eva le presenta a su familia a su novio Jürgen. Durante la comida, Eva recibe una llamada urgente de su jefe para que trabaje como intérprete de polaco a alemán en un juicio. Más tarde, traduce la declaración de un anciano polaco que cuenta cómo cientos de personas murieron por gas en 1941. El relato la conmueve profundamente. En el mercado de Navidad, Eva ayuda a una anciana polaca y descubre que ella también está en la ciudad para testificar en el juicio contra oficiales de las SS. El primer día del juicio, Eva escucha las acusaciones y escucha por primera vez acerca de Auschwitz y las atrocidades que allí se cometieron. En casa la espera Jürgen, que ha pedido la mano de Eva a su padre. Eva comunica a Jürgen y a su familia su intención de interpretar en el juicio.

Eva jura ante el tribunal y empieza a interpretar nerviosa. Jürgen no apoya su decisión de aceptar el trabajo pero, no obstante, presenta a Eva a su padre y a su madrastra. En el tribunal, una mujer judía llamada Rachel Cohen identifica a uno de los acusados como el oficial encargado de la "selección" en la plataforma de llegada del campo. También se enfrenta a los acusados, que afirman no saber nada de las cámaras de gas. Tras declarar, abandona el tribunal inquieta. En la calle, es atropellada por un coche y resulta gravemente herida. Eva es testigo de todo. Esa noche, todavía en estado de shock, Eva ayuda a sus padres en el restaurante. De repente, aparece Mulka, el principal acusado. Parece conocer a la madre de Eva y escupe al suelo delante de ella. ¿Por qué?

Los padres de Eva, Edith y Ludwig, niegan conocer a los Mulka. El acusado Wilhelm Boger comunica a su familia que es posible que tarde algún tiempo en salir de la cárcel. Diana visita a su amante italiano y revela a su madre que está embarazada, mientras Eva interroga a sus padres sobre los Mulka. Jürgen y Eva intentan pasar tiempo juntos como pareja, pero Jürgen es incapaz de mantener relaciones sexuales con Eva. En el salón familiar, Eva descubre un dibujo infantil muy parecido a las barracas de Auschwitz. En busca de la verdad, Eva busca el nombre de su padre en el archivo de oficiales que sirvieron en Auschwitz. Lo encuentra y se enfrenta a sus padres y a su hermana por haber vivido en Auschwitz.

Eva y Jürgen están comprometidos, pero a Eva le cuesta aceptar el pasado de sus padres. Jürgen ve la angustia de Eva y pide a la fiscalía que la libere de sus obligaciones. Eva se enfurece y rompe su compromiso. Una delegación del tribunal viaja a Auschwitz para conocer de primera mano las circunstancias. La visita al campo tiene un profundo impacto en todos los implicados. Por la noche, David Miller es provocado y tiene una pelea en la casa de huéspedes. Confiesa a Eva y Kübler que mintió sobre el pasado de su familia. Eva no quiere que se quede solo esa noche y se queda con él. Al día siguiente, David desaparece, pero los miembros de la delegación deben tomar su vuelo de regreso a Alemania.