Dicte

La periodista recién divorciada Dicte Svendsen volvió a su ciudad natal, Aarhus, con su hija Rose. Intenta olvidarse de la ciudad y del recuerdo de una educación como testigo de Jehová y de la pérdida de un hijo que dio en adopción. Gracias a su trabajo como reportera de sucesos, Dicte recibe una pista sobre una historia que abre viejas heridas. Encuentra el cadáver de una joven bosnia, Danijella, que murió desangrada tras una cesárea. Wagner, el investigador policial del caso, se enfada con Dicte por sonsacarle información sin decirle que es periodista. Intenta mantenerla al margen del caso, pero Dicte tiene sus propios métodos. Pronto se da cuenta de que Danijella no era la única mujer bosnia embarazada en Aarhus con algo que temer.

Tras el secuestro de Remza, aumenta la presión sobre la policía, que se molesta con Dicte por actuar por su cuenta. También es impopular en su oficina por haberle dado las fotos de Bo a Wagner sin permiso. A Dicte, sin embargo, no le afectan las críticas. Roba el historial de un hospital y encuentra un niño recién nacido fruto de una gestación subrogada. Los padres del niño podrían llevarla hasta el cerebro de todo esto y pronto se encuentra llamando a su puerta. Sin embargo, alguien piensa que se acercó demasiado, porque de camino a casa una camioneta negra la saca de la carretera. Wagner le advierte, pero Dicte no se asusta tan fácilmente. El caso da un giro inesperado cuando la policía investiga a Darko, el novio de Rose. Dicte lucha por mantener la concentración.

Las Fiestas juninas dan un giro dramático cuando Dicte ve un auto en llamas en la entrada del vecino. Dentro de la casa encuentra el cuerpo de la profesora danesa Inger Gravgård, de 52 años, que aparentemente se ahorcó. Pronto se da cuenta de que nada es lo que parece, ni con la causa de la muerte ni con la vida que llevaba Inger. A medida que Dicte escarba la superficie, descubre una vida de fuertes creencias religiosas, traumas familiares y un comportamiento sexual desviado. Mientras Dicte intenta encontrar a la hija perdida de Inger, un alumno de la clase de la profesora se convierte en una persona de interés para Wagner. Ambos están seguros de estar siguiendo la pista correcta hasta que el caso da un giro inesperado.

Dicte se lleva al hijo de la víctima de la escena del crimen. Él se aferra a ella y, para disgusto de Wagner, Dicte vuelve a ser el centro de su investigación. El niño está mudo de miedo y Dicte se pone en contacto con su asistente social. Una vida de abusos, como en la familia de Inger, sale a la luz. La policía ve el mismo patrón. Las víctimas tienen varias cosas en común: son malas madres. En el trabajo, Dicte se lleva una desagradable sorpresa. Un periódico escarbó en su pasado y reveló su gran secreto, un secreto que la relaciona con las mujeres asesinadas. La revelación hace que entren a robar a la casa de Dicte.

Se descubre una bañera flotando en el puerto de Aarhus. En su interior se encuentra el cuerpo de un recién nacido que murió de frío y sed. Dicte se hace cargo de la historia que, según su intuición, está relacionada con la comunidad musulmana y el control social de la familia. Intuye que la tragedia se centra en una joven que actuó por angustia, como ella misma. Dicte cree que la madre está en un centro de crisis, pero no aparece hasta el día en que hay que enterrar al niño y una joven con un pañuelo en la cabeza se presenta en el cementerio. La joven huye asustada al ver a Dicte, que la sigue hasta un centro para solicitantes de asilo. Dicte está convencida de que la mujer necesita ayuda, pero, contrariamente a su intuición, es una persona completamente diferente la que requiere asistencia. Una que está mucho más cerca de ella.

La policía de Jutlandia es convocada a Aarhus para buscar al hijo secuestrado de Ida-Marie. Nunca un caso había sido tan personal para Dicte y, por esta vez, Wagner le permite participar en la investigación. Dicte descubre que el secuestro debe estar relacionado con el niño encontrado en el puerto. Solo una madre que perdió recientemente a su hijo estaría tan desesperada como para robar el de otra persona. La policía utiliza todos los recursos disponibles para tratar de encontrar a la madre, pero sus pistas no dan resultado. Wagner intenta métodos alternativos y cree que el camino a seguir debe ser comprender mejor el estado mental de la madre. Dicte resulta ser la clave para ello, ya que en su pasado tomó una decisión desesperada que ha intentado olvidar.