Die Protokollantin

Freya Becker, de 60 años, trabaja como transcriptora en una unidad de homicidios de Berlín. Lleva años mecanografiando los interrogatorios, y en su cabeza resuenan las innumerables voces de los autores y las víctimas, voces que no la dejan en paz. Freya se siente profundamente perturbada cuando se entera de que el juicio de Thilo Menken, acusado de violar a Sandra, una menor que ha desaparecido, acaba con una absolución. Freya también ha grabado los interrogatorios de Thilo Menken y está convencida de su culpabilidad. Freya decide, junto con su ayudante Damir, hacer justicia a su manera.

Thilo Menken desaparece sin dejar rastro. Todo apunta a un crimen violento. Henry Silowski, el nuevo detective jefe del departamento de policía de Freya, comienza a investigar. Silowski ya conocía a Freya. Conoce la trágica historia de su hija Marie, desaparecida desde hace once años. El caso de Marie es muy parecido al de Sandra, la menor desaparecida. Silowski le encarga a la inspectora Anne Liebig que recopile todos los casos de asesinato sin resolver del departamento. La tragedia llega más tarde, cuando muere la madre de Freya. Junto con su hermano Jo, Freya viaja a su pueblo natal en Baviera para el funeral y resurgen recuerdos traumáticos.

El rastro del caso Menken lleva a Silowski hasta Sabine Menken, la hermana de Thilo Menken, quien nunca apareció en las investigaciones anteriores. Freya se siente perturbada por esta nueva pista y también sigue los pasos de Sabine Menken. Mientras tanto, Anne Liebig descubre sorprendentes similitudes en algunos de los asesinatos sin resolver. Entre Henry Silowski y la taciturna Freya se desarrolla una tímida y tierna historia de amor. Jo conoce a una joven, Paulina, por la que se siente mágicamente atraído: le recuerda a Marie, la hija de Freya, con cuyo destino Jo también está trágicamente vinculado.

Unas pruebas fundamentales corroboran las sospechas en el caso de Sandra. Esta constatación lleva a Freya a un gran dilema moral, pues podría haberse equivocado con Thilo Menken. Al mismo tiempo, Murat Nadarevic es liberado tras un largo encarcelamiento. Era el proxeneta de Marie y es el único testigo que puede decir qué le ocurrió a Marie hace once años. Es el momento que Freya y Damir han estado esperando todos estos años, pero Freya vacila, por lo que discute con Damir. Jo tiene una aventura con Paulina y pone en peligro su matrimonio. Anne encuentra pruebas de que Freya estuvo implicada en varios de los asesinatos sin resolver. Mientras tanto, Henry y Freya se hacen muy amigos.

Sabine Menken confiesa en el caso de Sandra y conduce a Silowski y sus hombres al lugar donde enterró a la joven. Freya se enfrenta a la decisión de su vida: ¿debería permitirse su amor por Henry y seguir adelante con su vida? ¿O debería asegurarse de que Murat cuente de una vez por todas qué le ocurrió a Marie? La investigación de Anne la acerca cada vez más al círculo íntimo de Freya. Esta debe darse cuenta de que es demasiado tarde para una vida con Henry. Pero Murat Nadarevic es encontrado muerto en su apartamento. ¿Se estará ajustando la soga en el cuello de Freya?