Los niños están disfrutando de su nueva vida con los dragones, pero los demás habitantes de la ciudad no están tan seguros. Hipo y sus amigos tienen que hallar un modo de entrenar a sus dragones para vivir en paz con el resto de Berk.

Ahora que los dragones se han adaptado a la vida en Berk, casi todo el mundo parece estar mejor. Excepto Bocón, que se forjó una carrera como constructor de armas contra dragones.

A medida que los dragones se ponen más cómodos dentro de la sociedad de Berk, el ganado se pone más incómodo... después de todo, hay predadores que lanzan fuego en todas las esquinas.

Durante un vuelo con sus dragones, los niños se encuentran con un pequeño dragón con una pata lastimada.

Cuando acusan a los dragones por una serie de destrozos en la ciudad, Hipo y los niños forman la Brigada Unida de Control de Dragones.

Cuando a los dragones les prohíben la entrada a la isla, Hipo busca pruebas para demostrar su inocencia.