Cuando llega la felicidad

El arquitecto Orlando Mieli se ha quedado solo a cargo de sus dos hijos. Con todos estos pensamientos, su encuentro con una nueva clienta, Angélica Camilli, es un fracaso: los dos acaban peleándose.

Orlando y Angélica se reencuentran para trabajar en la villa. El arquitecto descubre que Umberto está distraído por una chica.

Angélica tiene la impresión de que Orlando, habiéndose separado de Claudia, está viviendo una situación similar a la que ella vivió cuando murió su marido Gianluca.

Orlando sigue saliendo con Nunzia, pero los dos siguen pareciendo sólo buenos amigos. El intercambio de teléfonos móviles entre Angélica y el arquitecto crea un malentendido minetras la mujer sigue ocultando a su familia sus clases de tango.

Orlando ha besado a Nunzia y el fantasma de Claudia parece haber desaparecido por fin. Sin embargo, aún no está completamente convencido de su relación con la mujer y se lo confía a Angelica.

Vittorio organiza una cena con Orlando, Nunzia, Cristiana y Pietro. El ambiente parece agradable y todo va bien hasta que una chispa acalora el ambiente.