Cara a Cara

El investigador Bjørn llega a la morgue para identificar a una joven cuando su mundo se vuelve del revés: la víctima es su hija. El veredicto del forense dice que la joven se suicidó, pero Bjørn se niega a aceptarlo.

Bjørn llega a un apartamento de lujo donde se encuentra con una joven que resulta ser la esposa de su hija. Allí Bjorn desentraña la misteriosa vida de la difunta joven, y descubre que se prostituía en la dark web.

Bjørn llega a un burdel de lujo, allí conoce a la mujer que introdujo a su hija en el mundo de la prostitución y que disfrutó con ella de la dolce vita, con dinero rápido y drogas suficientes para la exigente vida nocturna de la ciudad.

Bjørn se encuentra con el dueño de un renombrado club que lo enfrenta al hecho de que su hija no era tan inocente como pensaba. No era una víctima: era la gerente de un negocio de drogas en la dark web.

Todo apunta hacia un antiguo compañero y amigo de Bjørn, un policía turbio y corrupto que ha urdido varias mentiras, y que Bjørn sabe que se reunió con su hija la noche de su muerte.

Bjørn interroga al mentor y se da cuenta de que el hombre fue una figura paterna para su propia hija. Se ve obligado a reconocer que el estilo de vida salvaje y los crímenes de su hija se debieron a él y que es culpable de su suicidio.