Dennis se asocia con Slick para comenzar una nueva aventura: asociarse con dueños de autos para reacondicionar clásicos destartalados, subastarlos y repartirse las ganancias.

En un intento por optimizar la gama de vehículos de su proyecto, Dennis y Slick doblan la apuesta asociándose con los dueños de dos emblemáticos miembros de la familia Ford…un Mustang fastback del ´65 y un Thunderbird del ’62.

Dennis y Slick aceptan el riesgo de asociarse con el dueño de un Chrysler Newport de 1962.

Dennis pasa un momento difícil cerrando un trato por una Chevy El Camino de 1970. El cliente tiene varias ideas sobre qué hacer con la camioneta, al igual que todo el equipo del taller.

Dennis convence a un amigo de asociarse en la restauración de un Chevy Chevelle de 1967, pero el auto está en tan mal estado que Dennis le pide a otro amigo que lo ayude.

El nuevo negocio necesita efectivo y Dennis consigue la restauración de un auto muy inusual: un Chevy Bel Air de 1955, uno de los 500 que se fabricaron.