Surgiendo de la pobreza y superando el abuso en el sur de los Estados Unidos bajo las leyes de Jim Crow, James Brown consigue un contrato discográfico, electrifica a las audiencias y rompe barreras raciales.

Alineándose con el movimiento de derechos civiles, James Brown se convierte en una fuerza cultural al ser capaz de combinar su orgullo racial con su influencia política. El artista llegó a ser considerado el hombre negro más importante de EE. UU.

Las presiones financieras y las políticas opresoras de las compañías discográficas, sumadas a su abuso de sustancias y sus propias luchas personales, llevan a James Brown hacia un camino peligroso.

James Brown no solo debiera ser considerado como el padrino del breakbeat que dio origen al hip-hop. Su vida debería servir de ejemplo para inspirar un mayor respeto racial. Su legado reclama una mayor dignidad para la raza y la música negra.