Magic City se volvió el epicentro del entretenimiento, atrayendo a legendarios famosos, antes y durante su ascenso al estrellato. El secreto era la visión del Sr. Magic. Él demandaba que su club tuviera lo mejor de todo.

Con el Sr. Magic preso, los intrigantes jugaron. Magic City cayó en la anarquía cuando sus DJs, cantineros y bailarinas iniciaron sus propios negocios, creyéndose más importantes que el club. El club recibió un gran golpe cuando un pirómano lo incendió.

Legendarias bailarinas describen la era BMF, cuando la pandilla volvió a Magic City un campo de batalla por riqueza e influencia. El Sr. Magic salió de prisión a un mundo casi irreconocible y debía decidir si se iba o luchaba por recuperar su legado.

El Sr. Magic vio a su hijo, Lil Magic, tomar las riendas de su legado mientras el ícono Gigi Maguire redefinía el baile del caño. El Sr. Magic, ahora más canoso, se preparó a pasar la posta, con décadas de triunfo y reinvención en que apoyarse.