Maximilian - Das Spiel von Macht und Liebe

Estamos en 1477. Carlos el Temerario, el duque de Borgoña, ha caído. Solo deja una hija, la inteligente y bella María, de 20 años. El ducado, que ha obtenido una gran riqueza gracias al comercio de tela, volvería a Francia sin un heredero varón. Pero el empobrecido Federico III de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, tiene un hijo en edad de casarse: Maximiliano. La unión entre Maximiliano y María fortalecería a Borgoña políticamente y a Habsburgo económicamente. Dado que Francia y Hungría harán todo lo posible por traicionar sus planes, Federico teme por la vida de Maximiliano. De hecho, el rebelde Maximiliano apenas logra escapar a un ataque de mercenarios franceses cuando sale por la noche a cazar en secreto con su confidente Polheim. A pesar de las objeciones de Maximiliano, Federico envía al mercader de Augsburgo, Fugger von der Lilie, a Gante, donde debe negociar con María los detalles de su matrimonio con Maximiliano. Sin embargo, el mensajero que va adelante de Fugger es capturado y asesinado. Mientras un falso mensajero sigue cabalgando hacia Gante para entregar el mensaje, le llega una copia a Luis, que teme por la vida de su hijo menor François en su residencia de Plessis-les-Tours. Ya han muerto varios hijos, y Charles, de nueve años, es un niño enfermizo. En Gante, María está decidida a gobernar como duquesa. Recibe a Fugger solo por cortesía y quiere prepararse para la guerra con Francia. Sin embargo, los ciudadanos ricos, representados por los estados generales, se niegan a pagar más impuestos de guerra. Incentivados por De Commynes, un agente de Luis en el Gran Privilegio, exigen por encima de todo tener voz en la elección del marido de María e impiden desde el principio un matrimonio con el empobrecido austriaco. Cuando Adolf von Egmond, un duro opositor a Carlos el Temerario, le ofrece sus hombres a María para exigirle el impuesto de guerra a los ciudadanos por la fuerza, María lo rechaza. Para ella está muy claro que sus intereses no son solo políticos. Sin embargo, Egmond también es corruptible. Se une a Coppenhole, líder de los estados generales y hombre de confianza de De Commynes. Mientras Fugger vuelve a negociar con María a pedido de Federico, Coppenhole y Egmond y sus hombres asaltan la residencia de María, la Corte de las Murallas. Fugger apenas logra salir con vida. María ahora está atrapada en su propia casa, mientras se niega a firmar el Gran Privilegio. Acorralada, se plantea un matrimonio con Carlos, pero su madrastra, Margarete, le advierte de una unión con Francia, el archienemigo de su difunto padre, sobre todo, porque hay rumores sobre la salud mental de Carlos.

En vano, Federico intenta obtener la paz con Hungría, mediante un matrimonio entre su hija Kunigunde, de 12 años, y el cuarentón Corvinio. Este toma a Beatriz de Aragón como esposa y ataca de nuevo a Austria. Mientras tanto, Fugger le hace un generoso regalo a Maximiliano. No solo le da ropa maravillosa, sino también cien jinetes… con la condición de que sea complaciente cuando sea duque de Borgoña. Preparado de este modo, Maximiliano parte hacia Gante. El canciller de María, Hugonet, y su consejero, de Brimeu, le piden a Luis que entregue el cadáver de Carlos. Obligados a reconocer a Luis como su legítimo señor, ambos se inclinan ante él. Pero Luis sigue sin cumplir su petición. María aún se niega a casarse con Carlos. Ni siquiera entra en razón cuando las tropas francesas destruyen las provincias de Borgoña. En cambio, recibe a los refugiados en Gante. Aunque las tropas de Luis van de victoria en victoria, quiere impedir a toda costa la unión entre María y Maximiliano. Su ayuda de cámara, Le Daim, le entrega a De Commynes una hoja envenenada con la que debe matar al joven austriaco. Después de que Maximiliano contrae la peste en sus viajes, yace delirando en Colonia. Su maestro de esgrima, Rudolfer, le da la mala noticia. El emperador ya ha perdido la esperanza en su hijo y utiliza la letra de cambio de los Fugger emitida para la boda de Maximiliano para comprar la paz con Hungría. María también está en peligro, pues Egmond accede a sus aposentos y amenaza con violarla. Pero la joven duquesa se defiende y mata al agresor. Junto con su madrastra, Margarete, y su criada, Johanna, arroja el cadáver de Egmond por encima de los muros del castillo. Mientras tanto, De Commynes y Coppenhole hacen arrestar a Hugonet y de Brimeu bajo el pretexto de que han capitulado ante Luis, el enemigo de Borgoña. María y Margarete le suplican en vano a Coppenhole que los libere, y Hugonet y de Brimeu son decapitados. Una vez más, María envía a Johanna a Maximiliano con una carta en la que le explica por qué se ve obligada a casarse con Carlos. A estas alturas, Maximiliano se ha recuperado, pero los ciudadanos de Colonia no permiten que se marche porque no puede pagar la factura de su estadía en la ciudad. Por ello, Polheim viaja a Gante con Johanna en lugar de Maximiliano, para poder contraer matrimonio con María como apoderado de Maximiliano. De camino a Gante, Johanna y Polheim se enamoran.

El banquete por la boda de Maximiliano y María amenaza con acabar en desastre debido a los malos modales de los austriacos en la mesa. Sin embargo, Maximiliano consigue ganarse el corazón de los borgoñones con un brindis. Tras ahuyentar a los cortesanos, la exitosa noche de bodas puede comenzar. Johanna, la criada de María, ama a Polheim, pero está casada con el mayor de los von Hallewyn. Cuando este la golpea, Polheim no puede contenerse. Maximiliano llega justo a tiempo para evitar lo peor. Cuando Fugger exige el pago de la deuda de Federico y dinero para su cruzada contra Hungría, Maximiliano le ofrece propiedades en Austria y participaciones en las minas de plata en cuanto suceda a su padre como emperador del Sacro Imperio Romano. Como Federico está en peligro, Maximiliano envía a Viena a su maestro de esgrima Rudolfer. La perspectiva de otra guerra con Borgoña es terrible para Luis. Le Daim y De Commynes finalmente se desharán de Maximiliano con otro intento de asesinato. Una jugada inteligente le permite a Maximiliano poner a los estados generales de su lado. Perdonará los asesinatos de Hugonet y de Brimeu si proporcionan 500 soldados armados. Él mismo también armará a 1000 de sus soldados. Hace que Coppenhole sea arrojado al calabozo. Mientras Maximiliano y María esperan su primer hijo, les esperan más problemas. Se presentan cargos contra Johanna por infidelidad. Cuando Polheim asume la culpa, le espera una sentencia de muerte. Como no es ciudadano de Borgoña, le corresponde a Maximiliano determinar el castigo. Johanna sale libre, pero debe seguir casada con Hallewyn. De Commynes ofrece que Hallewyn retire los cargos si Coppenhole es liberado, pero Maximiliano no acepta el trato. En su lugar, condena a Polheim a muerte, pero debido a la guerra con Francia, lo envía a una unidad de tropas que luchará en el frente. Coppenhole y un traidor en las propias filas de Maximiliano deben morir. Aunque Carlos está ansioso por derrotar a Maximiliano, la batalla decisiva aún no comienza. Luis está seguro de que Maximiliano pronto se quedará sin fondos para mantener un ejército. Las cosas cambian cuando llegan 1000 hombres de Gante. Para disipar los rumores de que María ha dado a luz a una hija en lugar de un hijo, tras el bautismo, María presenta a su hijo desnudo ante los ciudadanos reunidos. Cuando la pareja real abandona la iglesia, Le Daim intenta matar a Maximiliano una vez más, pero este sobrevive. Cuando Le Daim y De Commynes vuelven con Luis, esperan su sentencia de muerte; sin embargo, los hombres están de suerte, pues Luis sufre otro ataque. Casi incapaz de hablar, es una sombra de lo que fue.

Año 1477, la barbarie de la Edad Media está dando paso poco a poco a las ideas humanistas y al orden. El Duque de Borgoña muere en una batalla y María, su hija, tiene que gobernar el ducado a pesar de la regla de sucesión masculina.

En 1477 la barbarie de la Edad Media está dando paso poco a poco a las ideas humanistas y al orden. El duque de Borgoña muere en una batalla y María, su hija, tiene que gobernar el ducado a pesar de la regla de sucesión masculina.

Maximiliano salva la vida de Polheim y se libra de los conspiradores. Por otro lado, para disipar los rumores de que su hijo primogénito es en realidad una niña, Maximilian y Marie bautizan a su hijo en público.