Nazi Megastructures

Para proteger a la Europa ocupada de una invasión aliada, Hitler exigió la construcción de un muro defensivo en el norte que se extendía miles de kilómetros desde Francia en el sur hasta Noruega. Esta es la historia de cómo este vasto proyecto de ingeniería absorbió enormes cantidades de materias primas y hombres de todo el Tercer Reich... y se enfrentó a su última prueba el Día D.

Para crear un refugio seguro en el puerto para sus letales submarinos U-boot, los nazis construyeron enormes e impenetrables corrales submarinos de concreto. Estructuras demasiado inmensas para poder ser ocultadas, fueron construidas para aguantar los impactos directos de las mayores bombas aliadas. Su tamaño y fuerza eran tales que estos corrales aún hoy en día sobreviven, es un testamento de su ingeniería.

Los primeros cohetes de largo alcance fueron diseñados y construidos por los nazis en una red ultrasecreta de laboratorios de investigación, silos subterráneos y plataformas de lanzamiento de alta tecnología. Esta es la historia de cómo el científico Werner von Braun anunció el nacimiento de los misiles balísticos y estableció las bases tecnológicas para la carrera espacial.

Los impulsos megalómanos de Hitler le llevaron a exigir la construcción del tanque más grande que el mundo jamás había visto, una fortaleza móvil de 180 toneladas, pero ni siquiera este coloso pudo satisfacer la sed de Hitler de enormes armas de guerra, ya que solicitó un acorazado terrestre de 1000 toneladas. Esta es la historia de los ingenieros nazis encargados de cumplir ese sueño, y una carrera armamentista que dio lugar a la evolución de superarmas y tanques.

En este episodio, exploramos uno de los aviones más avanzados tecnológicamente de la Segunda Guerra Mundial. Un avión de combate que inspiró una revolución en la guerra aérea: el Messerschmitt Me 262. Esta es la extraordinaria historia de un impresionante avión, la cueva subterránea donde fue construido y la batalla por la supremacía aérea que decidió el destino de la guerra.

Abril de 1945, Hitler está en el centro de Berlín, 10 metros bajo tierra, rodeado por muros de concreto de 4 metros de grosor, a salvo de cualquier ataque que los aliados puedan lanzarle desde el aire. Pero los rusos están avanzando por tierra, el Ejército Rojo está alineado en el río Oder y vienen por el Führer. Hay anillos de ingeniosas defensas bloqueando el camino, zonas de muerte y puntos fuertes que han convertido a Berlín en una fortaleza. En el corazón de esta fortaleza está el Führerbunker.