Henry conoce a una pelota a la que todo le fascina. Ambos conocen a dos botas de fútbol que quieren jugar un partido. Henry se convierte en árbitro por un día para vigilar que las botas no hagan trampa y decidir quién ha sido la mejor.

Henry conoce a un simpático escudo. Escudo le cuenta a Henry sobre una espada que fue secuestrada por un feroz dragón. Henry se convierte en caballero por un día y, por suerte, consigue rescatar la espada perdida justo a tiempo.

Henry conoce a un loro al que su abuelo le dejó un mapa del tesoro. Con la ayuda de Henry, deciden salir a buscar el tesoro. Henry se convierte en pirata por un día y se enfrenta a un monstruo marino justo antes de desenterrar el tesoro.

Henry conoce a una simpática guitarra. La banda quiere tocar una última vez antes de retirarse, pero les falta un cantante. Henry se convierte en cantante por un día y, con la ayuda del resto de la banda, actúa ante una gran multitud.

Henry conoce a un microscopio que ha descubierto la cura para los eructos apestosos, pero cuando la cura se destruye por accidente, todo depende de Henry. Henry se convierte en científico. Tras varios experimentos, consigue recrear la cura.

Henry conoce a un simpático avión que ha tenido un día muy duro volando por el mundo, pero descubre que aún le queda un último envío por hacer. Henry se convierte en piloto por un día y ayuda a Avión a enviar el paquete a tiempo.