Bill y Joy transitan los problemas cotidianos de un día típico, que empieza con una reunión con los profesores en la escuela y termina en la sala de emergencias de un hospital.

Bill y Jo le piden a Sandy que cuide a los niños porque, a regañadientes, aceptaron unirse a la cita semanal de Chuy y Brie. Bill y Jo descubren que no están en la misma sintonía. Sandy tiene dificultades para criar a sus hijos.

Bill inscribe a Jo en el equipo de fútbol de su tío Chuy para incentivar su interés en algo que no sea su tableta. Sandy ama hacer regalos, pero su hábito está fuera de control.

Jo surge como modelo a seguir para su sobrina Marta, lo que preocupa a su padre Chuy. Bajo la influencia de los medicamentos poscolonoscopia, Sandy profesa sorpresivamente su amor por su primer esposo, Dave.

Bill y Jo alojan a su sobrina, que se ha peleado con su padre. Por otro lado, Bill se arrepiente de jugar al casamentero cuando se entera de los planes de Dave de proponerle matrimonio a Sandy.