Alicia se enfrenta a Louis Canning en los juzgados y descubre que tiene motivos para unirse a su bufete.
El reverendo Jamison recibe amenazas de muerte, mientras insiste en que los desaparecidos son pecadores, y no héroes ni santos.
La Oficina de Control del Crimen Organizado y la Unidad de Víctimas Especiales van tras un sospechoso cruel y desesperado, pero el fiscal federal envía a Stabler y Benson a la banca. Entonces, Bell y Fin deben liderar al equipo en una misión peligrosa. Rollins, por su lado, se enfrenta a alguien que se niega a cooperar.
Benson participa en una reunión familiar de los Stabler, mientras que los Wheatley celebran un importante cumpleaños. Por otro lado, Bell investiga una muerte accidental, y Jet obtiene un poco de experiencia de trabajo remoto.
Alex busca recuperar el dinero robado en el casino después de que su liderazgo es cuestionado por George Hunter y el consejo tribal.