Christopher Meloni es Elliot Stabler, el policía de Nueva York, quien regresa para enfrentar a las bandas de crimen organizado más poderosas de la ciudad y rehacer su vida después de sufrir una devastadora pérdida en su vida personal.
Bell y Stabler incorporan a dos nuevos integrantes al equipo de trabajo e investigan dos crímenes que parecen no tener relación alguna entre sí con la esperanza de que se conecten con su caso.
La directora de una escuela llama a la Unidad porque un joven presenta signos de abuso.
El equipo se embarca en la desesperada búsqueda del hijo perdido de Benson.
Sam Conway, el adolescente abusado, lleva armas a la escuela y abre fuego.