Sam Fox, actriz y madre soltera de tres hijas, solo intenta llegar al final del día. Queda atónita cuando Max, su hija mayor de 15 años, le pide abiertamente que le consiga algo de marihuana. Se siente agobiada cuando Frankie, su excéntrica y muy inteligente hija del medio con trastorno obsesivo-compulsivo, interrumpe su audición poco prometedora para preguntarle si puede invitar a unos cuantos amigos a su casa. Y se harta de otras mujeres cuando Duke, su hija menor de seis años, llora en público sin motivos fundados. Además de eso, lidia con pretendientes demasiado necesitados, roles actorales que no está segura de si quiere que sus hijas vean y maestros de escuela que no comprenden su situación. Sin los brazos del único hombre que puede lograr que se olvide de todo, Sam termina teniendo una noche igual de agitada. Pero, al final, las cosas no son tan terribles... solo son agotadoras.

Sam va a una consulta ginecológica y se desanima cuando su ginecóloga, felizmente embarazada, le dice que no hay ni rastros de la menopausia, y se desanima aún más por la reacción de sus amigas a esa noticia. Más tarde, vuelve a casa antes de tiempo tras otra decepción laboral para descubrir que su niñera, Susie, se ha desentendido de sus obligaciones y las niñas dejaron la casa hecha un desastre. Mientras limpia -y es entretenida por teléfono con las divagaciones egocéntricas de su madre, Phil- descubre un condón sin usar en la habitación de Max, aunque decide no decir nada al respecto. Problemas familiares latentes salen a la luz -y siguen sin resolverse- entre Sam y Phil, y entre Sam y Max. Y cuando Sam da un discurso en un seminario sobre el empoderamiento de mujeres y chicas en la secundaria de Frankie, todo el asunto es deprimente... hasta que Sam lanza varias verdades impactantes.

Sam trabaja en una película con una gran estrella. El director Mel -un famoso director cuya carrera ha tenido mejores días- es fan de ella. Ambos se compadecen por sus carreras y ella lo invita a cenar a casa con su familia. Sunny, la amiga de Sam, quien tiene un terrible matrimonio e idealiza demasiado la vida de Sam, cree que esta debería tener un romance con el casado Mel. Cuando Jeff, el inútil esposo de Sunny, desprestigia a Sunny a sus espaldas, Sam se descarga sobre él. En la cena, Mel se la lleva bien con las niñas... pero Phyllis tiene una extraña reacción al conocerlo, y Mel está convencido, a pesar de las objeciones de Sam, de que se debe a que él es negro.

Sam, quien está tan cansada que duerme en su auto para tener algo de tiempo de descanso a solas, conoce a una indigente que le da una perspectiva impactante sobre la maternidad y el sacrificio por sus hijas. Más tarde, las niñas vuelven varias situaciones estresantes aún más estresantes... especialmente cuando gritan pidiéndole a Sam que llame a su padre para encargarse de un incidente menor que de ninguna manera requiere su participación. Su cansancio aumenta y considera hacerse cirugía plástica... pero, sin saberlo, su suerte profesional podría estar a punto de cambiar. La están considerando para protagonizar una sitcom, pero hay muchos factores en juego. Factores estúpidos. Por ejemplo, convencer a todos los involucrados de que una mujer mayor puede protagonizar una sitcom. Mientras se suceden chanchullos tras bastidores, la única mujer involucrada en las negociaciones se encuentra en una situación difícil. Y Tressa, la mánager de Sam, le oculta estratégicamente información. Mientras tanto, Sam y Frankie asisten a una manifestación por los derechos de las mujeres, donde Sam queda maravillada por la amplia visión del mundo de Frankie, y le preocupa estar quedándose atrás tratando de mantener el ritmo de la vida de su hija.

Sam queda atrapada llevándole bocadillos al equipo de fútbol de Frankie cuando esta dice que está muy enferma para ir a la práctica. Cuando Sam descubre que la madre de una de las niñas está a punto de someterse a una cirugía complicada, comienza a pensar en su propia mortalidad y le pregunta a Phil si hizo un testamento en vida, aunque la respuesta es más de lo que esperaba escuchar. Mientras la enfermedad de Frankie empeora, Sam y Max van a comer y se involucran en los asuntos de otras personas en vez de los suyos propios. Tras una visita de su orientadora vocacional universitaria y una tarde pasando el rato con sus amigos holgazanes, Max está ocupada pensando y preocupándose por su futuro, y hace una gran confesión sobre sus inseguridades a los adultos en su vida.

Sam y su amigo gay Rich se atormentan por el hecho de envejecer y de que los hombres mayores que ellos salen con mujeres mucho menores. Luego lleva a sus hijas a comprar ropa nueva, aunque Frankie está más interesada en investigar asuntos sociales en su teléfono. En el almuerzo con los amigos de Sam, se maravillan por lo bien que Joy se recuperó de su reciente cirugía cerebral... y Sam enfurece cuando Sunny descubre algo sobre su esposo bueno para nada, Jeff. En el set de grabación de un piloto que está grabando, Sam lidia con los coqueteos casuales de la estrella del show... y no tan casuales de una de sus coestrellas mucho menor. Y luego cena con su exesposo, Xander, quien revela que estará en la ciudad durante el verano y le hace una petición que involucra a sus hijas —y recibe una respuesta inesperada. Finalmente, pasa una noche para nada atípica ayudando a Phil con ciertas tareas en su desordenada casa luego de que su alarma se apaga.