Lee Su-jin y Kwon Do-hun, quienes alguna vez estuvieron muy enamorados, llevan un matromonio frío y un poco monótono, todo colapsa cuando ella tiene un aborto espontáneo, además de la negativa del esposo a convertirse en padre.

Mientras Do-hun le oculta un secreto a Su-jin, el Alzheimer que padece, ella considera dos ideas poco ortodoxas, intentar obligarlo a divorciarse rápidamente y tener un bebé con el primer hombre que pase, dado que su marido se hizo la vasectomía.

Brian Jeong y Son Ye-rim idean un escenario para el proyecto de divorcio de Su-jin, en el que la seducción y una infidelidad inducida están en juego. Por su parte, y Do-hun decide pasar tiempo con su suegra.

Su-jin no recula en su plan de divorcio, avanzando con éste, Su-jin consigue que Do-hun acceda a ir de pesca con ella. Do-hun se bate en un duelo existencialista con él mismo. Brian deja a Ye-rim para cenar.

Do-hun comienza a sentir estragos en su salud, los síntomas comienzan a manifestarse, por lo que sabe que debe darle a Su-jin lo que quiere, el bebé por el que tanto se ha desvivido, o arriesgarse a que ella descubra su enfermedad.

La cita de pesca devela sentimientos y datos importantes y trascendentales. Olvidando que necesita mantenerse alejado, Do-hun se dirige al jardín de infancia de Kwon A-ram. Mun Kyeong-hun se gana un lugar en la vida de Su-jin.