Mientras surge un enfrentamiento que pone el futuro de Roma en juego, la nueva alianza entre Octavio y Marco Antonio predomina ante todo.
Bruto y Casio intentan levantar un ejército contra el partido de César. Marco Antonio tiene planes y Cicerón lo apoya a espaldas de Octavio.
Tras el atentado de Atia, un esclavo es torturado para que confiese la identidad del culpable. Entretanto, Octavio envía buenas noticias.
Lucio Vorenus y su familia regresan a Collegium. Mientras tanto, Octavio le pide a Cicerón que acepte su oferta de convertirlo en cónsul.
Roma enfrenta una escasez de granos, por lo que Octavio pide la ayuda de Egipto, pero Marco Antonio no tiene intenciones de colaborar.