Dirigida por su tía Dete, Heidi llega a la aldea de Dörfli para vivir con su abuelo. En el tren que las lleva, Heidi conoce a la tendera, la Sra. Keller y a su hija Teresa. Ella escucha hablar de su abuelo por primera vez y la descripción es un poco aterradora.

El abuelo le dice a Pedro que se lleve a Heidi todo el día y él no está contento. Heidi pasa su primer día en las montañas pero Pedro no le habla. El abuelo cree que Heidi no se adaptará a esta vida. Ella duerme en el establo por segunda vez.

La cabra se ha curado y Heidi vuelve a la pradera con Pedro. Poco a poco se van conociendo. La pandilla atrapa a Heidi y Pedro la salva. Hay una emergencia y Heidi corre a buscar al abuelo y el anciano salva a los chicos, pero los regaña.

Heidi salva a un jilguero y, contra el consejo del abuelo, lo cura junto con la abuela de Pedro y lo llama Pichi. Pedro se esconde en su casa secreta del árbol. Heidi engaña a Theresa para que no vea el lugar y promete no contar el secreto de Pedro.

Pedro está convencido de que Heidi vio su casa del árbol y se molesta. Decide ir a la pradera por su cuenta y deja a Heidi con el abuelo. Ambos van a ver al herrero del pueblo, donde Heidi sorprende a Karl y su pandilla que planean atacar la casa del árbol de Pedro.

Pedro le cuenta a Heidi lo terrible que es la escuela y ella tiene miedo de que el abuelo la obligue a ir, pero el anciano le asegura que no será así. El abuelo recibe una carta de Dete diciendo que regresará en la primavera para llevarse a Heidi.