1850. El capitán Charles Boone hereda la propiedad de su primo rico y traslada a su familia a un pequeño pueblo de Maine. Los Boone se encuentran con prejuicios, hostilidad, una misteriosa enfermedad y un asesinato mientras Charles comienza un peligroso viaje de autodescubrimiento.

Una niña del pueblo muere de una misteriosa enfermedad y, en su lecho de muerte, acusa a Stephen Boone. Los habitantes del pueblo, histéricos, exigen a Charles que desentierre la tumba de su primo. Charles se niega, pero en privado abre la tumba y se sorprende con lo que encuentra.

Charles sigue oyendo ratas detrás de los muros, a pesar de que le aseguran que no hay ninguna. Su búsqueda de respuestas lo lleva a un manicomio donde se hacen realidad sus peores temores.