T1, E4: En la víspera de su estreno, circulan numerosos comentarios negativos sobre Baby Jane y, como sus agentes les cuentan que no han recibido ninguna oferta, Bette y Joan se preparan para el fracaso. Joan despide a sus agentes en William Morris, que no se han esforzado en buscarle trabajo, mientras Bette, a quien han asignado un nuevo y joven agente, toma la sorprendente decisión de publicar un anuncio en Variety. A Robert le preocupa que, si Baby Jane fracasa, tendrá que vender su casa. Mientras, Pauline intenta romper barreras de género buscando la ayuda de Mamacita para que le dé un guion a Joan, un guion que Pauline ha escrito y quiere dirigir, en un Hollywood en el que escasean las escritoras y directoras. Sin embargo, para Joan, que una mujer directora le ofrezca un proyecto es una señal de que su carrera se ha acabado y da un desagradable consejo a Pauline. Al final, Pauline descubre con quién puede contar y con quién no. Bette se salta el preestreno de Baby Jane, pero Joan presencia el recibimiento de la película. Es un éxito inesperado, pero a la crítica le encanta Bette y no Joan. Joan, cada vez más borracha, no quiere ayudar a promocionar la película, sobre todo cuando sospecha que Jack Warner quiere proponer a Bette para el Oscar a la mejor actriz y no a ella. Bette disfruta de su renovada popularidad, pero cuando solo le ofrecen trabajo en televisión, le presenta un nuevo proyecto a Robert, uno similar al de Baby Jane. Sin embargo, para su próximo proyecto, Robert quiere rodar una película de prestigio, pero no le va bien. Mientras todos deciden qué hacer, se anuncian las nominaciones a los Oscars.
