La historia comienza en 1961, cuando Joan Crawford, muy consciente de su avanzada edad y de que ya no le sobraba el dinero, ve a Marilyn Monroe ganar un Globo de Oro. La cronista de sociedad Hedda Hopper la ve salir borracha y enfadada y le pide que opine sobre Monroe a cambio de no escribir sobre su borrachera. Desesperada por lograr otro Oscar, lee detenidamente guiones y novelas, pero no logra encontrar un buen papel para una mujer, hasta que su criada y asistenta personal, Mamacita, le enseña la novela Baby Jane. Pronto convence al director Robert Aldrich con el proyecto y lo persuade para contratar a Bette Davis como coprotagonista, pero convencer a Bette para hacer la película con su antigua rival es otra historia. Robert debe lidiar con ejecutivos del estudio que quieren jóvenes estrellas, pero al final Jack Warner, que tuvo una complicada relación con Bette, acepta autorizar la película. Sin embargo, Joan pronto encontrará una razón para estar resentida con Bette, aunque anhela su respeto. Mientras, conocemos los detalles del divorcio de Bette con Gary Merril y el hecho de que ella daba prioridad a lo profesional antes que a lo personal. Cuando comienzan a filmar ¿Qué fue de Baby Jane?, inmediatamente surgen tensiones entre Joan y Bette y una exagerada presión creativa en la película. Mientras que Joan se preocupa por su imagen e intenta lograr elogios desesperadamente, Bette se centra en sus habilidades artísticas. Hedda Hopper invita a ambas a su casa para cenar y tener una entrevista, pero, ¿darán a su anfitriona el espectáculo que espera?

Con la producción de Baby Jane en marcha, Joan le ofrece una alianza a Bette, cuya primera acción será lograr que sustituyan a una joven y bella actriz rubia en un papel menor. En un flashback, se nos muestra cómo una ambiciosa Joan, que quería conseguir papeles más exigentes, pasó de MGM a Warner Bros. Acabó siendo una simple herramienta utilizada por Jack Warner para intentar controlar a Bette, la "chica problemática" del estudio, y logrando un Oscar con su papel en "Alma en suplicio", un papel que Bette rechazó. De vuelta en el rodaje, parece que la relación de Bette y Joan va como la seda. Warner quiere que la película tenga un gran lanzamiento, pero pide a Bob que sus estrellas se sigan llevando mal por motivos publicitarios. Pese al aviso de su mujer, Harriet, sobre los peligros de los cotilleos, le da a Hedda Hopper un gran material para su columna. Pronto, Bette y Joan vuelven a enemistarse, y él se encuentra en medio, justo donde quería estar, para poder continuar manipulándolas. Pero esto todavía no es suficiente para Warner, quien cree que la química en pantalla depende del odio que se tienen la una a la otra, y le pide a Bob que empeore las cosas. Sin embargo, Joan también sabe cómo ser manipuladora. Mientras, Bette, tras conocer a su amor en la película, Victor Buono, descarga sus frustraciones en su hija, B.D., y posteriormente, siente que necesita una amiga.

B.D. es una mala influencia para las jóvenes hijas gemelas de Joan, Cindy y Cathy, lo que provoca la ira de Joan, a pesar de que abandona a su hija mayor, Christina, aunque Joan no lo ve así. Poco después, Joan se enfada todavía más cuando Robert convence a Bette para que incluya a B.D. en el reparto, aunque no es actriz, como la joven vecina. Sin embargo, Joan revela un detalle íntimo a Bette sobre su pasado, contándole su primera experiencia sexual a una edad extremadamente joven, así como el tiempo que pasó criada por monjas en un internado. Bette también le cuenta su historia y Joan empieza a desarrollar algo de empatía por Bette, pero Hedda Hopper aviva los celos de Joan y publica una historia que vuelve a encender la enemistad, ya que Bette y Joan compiten por la nominación a los Oscars. Al poco tiempo, Joan arruina las tomas de las grandes escenas dramáticas de Bette. Mientras continúa la producción de Baby Jane, el conflicto se vuelve físico y las dos se hacen daño mutua y deliberadamente durante la grabación. A pesar de alguna duda inicial, Bette intima con el coprotagonista Victor Buono. La falta de talento de B. D. la distrae y su relación se tensa, sobre todo cuando Bette la ignora para quedarse hablando con Victor. La inalterable Mamacita debe consolar a Joan, que se enfrenta al síndrome del nido vacío cuando las gemelas se van de campamento en verano. Cuando se graba la culminante escena de la playa, Joan retrasa la producción por su propia vanidad, pero ni así puede eclipsar a Bette, así que le pide ayuda a Hedda. Las excentricidades de Joan hacen que Jack Warner pida que se repitan escenas.

En la víspera de su estreno, circulan numerosos comentarios negativos sobre Baby Jane y, como sus agentes les cuentan que no han recibido ninguna oferta, Bette y Joan se preparan para el fracaso. Joan despide a sus agentes en William Morris, que no se han esforzado en buscarle trabajo, mientras Bette, a quien han asignado un nuevo y joven agente, toma la sorprendente decisión de publicar un anuncio en Variety. A Robert le preocupa que, si Baby Jane fracasa, tendrá que vender su casa. Mientras, Pauline intenta romper barreras de género buscando la ayuda de Mamacita para que le dé un guion a Joan, un guion que Pauline ha escrito y quiere dirigir, en un Hollywood en el que escasean las escritoras y directoras. Sin embargo, para Joan, que una mujer directora le ofrezca un proyecto es una señal de que su carrera se ha acabado y da un desagradable consejo a Pauline. Al final, Pauline descubre con quién puede contar y con quién no. Bette se salta el preestreno de Baby Jane, pero Joan presencia el recibimiento de la película. Es un éxito inesperado, pero a la crítica le encanta Bette y no Joan. Joan, cada vez más borracha, no quiere ayudar a promocionar la película, sobre todo cuando sospecha que Jack Warner quiere proponer a Bette para el Oscar a la mejor actriz y no a ella. Bette disfruta de su renovada popularidad, pero cuando solo le ofrecen trabajo en televisión, le presenta un nuevo proyecto a Robert, uno similar al de Baby Jane. Sin embargo, para su próximo proyecto, Robert quiere rodar una película de prestigio, pero no le va bien. Mientras todos deciden qué hacer, se anuncian las nominaciones a los Oscars.

Bette va camino de lograr un récord al conseguir su tercer Oscar como mejor actriz y a Joan le han dado la espalda. Joan, dolida y molesta, visita la dirección de la Academia y les ofrece presentar un premio en la ceremonia, para seguir estando en primer plano. Bette, atormentada por la obsesión de la prensa con su enemistad con Joan, le pide un favor a su amiga Olivia de Havilland, quien está enemistada con Joan Blondell. Joan y Hedda lanzan una campaña en secreto para presionar a los miembros de la Academia para que voten en contra de Bette. Joan se pone en contacto con las nominadas a mejor actriz Geraldine Page y Anne Bancroft para convencerlas de dejarla aceptar el Oscar en su nombre si lo ganan. Joan se prepara para acudir a la ceremonia cuando recibe un apasionado consejo de una antigua amistad, consejo que no seguirá. Mientras tanto, Bette confesa a Olivia las ganas que tiene de ganar y no se lo toma muy bien cuando sabe que Joan quiere eclipsarla.

Joan protagoniza otra película de suspense y terror (El caso de Lucy Harbin), esta vez para el director efectista William Castle, y participa en recursos publicitarios indignos para ella. Al volver de gira agotada, y tras no recibir ofertas en los últimos nueve meses, está frustrada porque sus amigos varones de mayor edad todavía desarrollan sus carreras y arremete contra Mamacita. Jack Warner se da cuenta del éxito de la película y de otras de sus películas de tipo Hagsploitation, que degradan a reinas de la belleza que envejecen. Deseoso por lograr otro éxito, Warner presiona a Robert para que vuelva a juntar al equipo original para hacer otra película de "viejas brujas" con Bette y Joan. Robert se traga su orgullo para aceptar el trabajo, pero advierte a Jack de que ellas dos no volverán a trabajar juntas. Robert pronto tiene desagradables noticias para Jack, pero no tienen nada que ver con las estrellas de la película. Bette y Joan abordan una tensa negociación sobre la película inicialmente llamada ¿Qué fue de la prima Charlotte? Hedda, tras un problema de salud, reflexiona sobre su carrera y legado. Avisa a Joan de que alguien de su pasado supone una amenaza y puede que reaparezca una película pornográfica del pasado de Joan. Ese aviso se convierte en una amenaza cuando Joan no colabora con Hedda en su última primicia. Salen a la luz resentimientos más profundos cuando Joan se enfrenta a su extorsionador. Cuando comienza a grabarse la película, tanto Joan como Robert se ven envueltos en conflictos personales.