
T1, E3: Westward es un club familiar y David quiere que los chicos se den cuenta. Deben unirse como una familia. Ganen, pierdan o empaten. Al equipo le va bien, pero David sabe que los siguientes partidos son cruciales. Un par de derrotas y volverán a estar en la zona de descenso. Así que es el momento de poner a prueba su estado físico con el temido test de los pitidos. David nota que Kuro está triste y habla con él para averiguar qué ocurre. Entonces, descubre que se ha enfrentado a cosas mucho más duras fuera del campo que dentro de él. Tras un partido descorazonador, David decide darles a los chicos un chute de motivación y los lleva a conocer a sus ídolos en el campo del equipo nacional: Harry Kane, Bukayo Saka y Jack Grealish. Nunca olvidarán ese momento.