Giro moderno a la clásica historia del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, en esta ocasión el escenario es contemporáneo y el terror se echa a un lado para explorar las consecuencias cómicas de que un hombre pueda transformarse en mujer a voluntad. Actuaciones más que eficientes, que exploran la vis cómica de los magníficos protagonistas, un guión inesperado y una estética de fin de milenio cercana a la élite neoyorquina componen esta pequeña sorpresa inesperada. El doctor Richard Jacks es un perfumista que vive en Nueva York. Se pasa los días intentando inventar la gran revolución de la industria perfumera. Su novia, Sarah, a veces se ve apartada, pero en el fondo la quiere. Un día, descubre que su tatarabuelo, el doctor Jekyll, era un científico con un secreto: un descubrimiento revolucionario. Richard intenta seguir los pasos de su antepasado y empieza a crear perfumes, cada uno mejor que la anterior. Pero uno le da más de lo que había pedido: Richard se transforma en la sexy Helen Hyde. Helen es una verdadera bomba y tiene un plan: el tema es que Richard ni siquiera sabe que existe. A medida que se ve en situaciones cada vez más ridículas, Richard descubre a su alter ego y hace un plan para librarse de ella de una vez por todas. Pero la carrera de Helen está creciendo, y no va a marcharse sin plantar cara.