Gilly Hopkins es una inteligente pero insolente e ingobernable adolescente de 12 años que se ha pasado la infancia de un hogar de adopción a otro, convirtiéndose en una pesadilla para las familias que la han acogido. Su determinada actitud responde a un plan con el que pretende obligar a la agencia de acogida a que la envíe con su madre biológica a la que nunca ha visto. Cuando es alojada en casa de Maime Trotter, la más extravagante madre de acogida que ha tenido hasta entonces, Gilly está convencida que será un trabajo sencillo para su extenso historial, hasta que para su sorpresa, empieza a sentir por primera vez el calor de un hogar y el cariño de una familia. Sin embargo, uno de los planes de Gilly llevará hasta allí a su abuela materna, poniendo en peligro todo lo que ha construido.