Adam Woronowicz

Llegan los invitados y empieza el juego. Alguien prepara café, otro sirve huevos duros. Adam ataca con animales y Kasia dirige el calentamiento. No hay límites, así que menos mal que uno de los participantes llevaba un chaleco salvavidas. ¿Quién no se mantendrá a flote y estallará primero?

El camino hacia la final resulta ser más difícil de lo que parecía al principio. El estudio se convierte en un ring de boxeo y en un recinto para animales. Las bromas se suceden y todos quieren ganar, pero no queda mucho tiempo para hacer reír a los contrincantes.

Czarek Pazura echa mano de su arma secreta. Envía a un experto en chistes malos a los participantes. ¿Conseguirán todos mantener la cara de póquer mientras Karol Strasburge cuenta sus chistes? Mientras tanto, Wiolka y Czarek Jóźwik sorprenden a sus rivales con sus canciones.

La locura va en aumento. Los cómicos restantes lo intentan todo para eliminar a sus oponentes, compiten en carreras de caballos y juegan al escondite con una rana. Pero la situación se descontrola cuando todos empiezan a oír a una cabra que habla.

La diversión está en todo lo alto. Para divertir a todos, Wiolka echa mano de sus amigos alados. A todos les cuesta mantenerse serios durante las actuaciones de un kebab cantante y un pollo bailando en un poste. Pero la verdadera locura comienza cuando Adam se pone los zapatos de baile.