La chica del cocodrilo
Le retiran la pistola a Booth después de que disparase sin piedad a un adorno de un payaso en un camión de helados. Le obligan a visitar a un psiquiatra del FBI para comprobar que es mentalmente estable y devolverle la pistola. Eso deja a Brennan sola en Florida investigando la muerte de una universitaria cuyo cadáver fue encontrado en el interior de un cocodrilo muerto. Como Booth está fuera de servicio durante ese período, su compañero en el caso es el agente del FBI Tim Sullivan. A pesar de que es simpático, ambos no se entienden muy bien y tienen muchos roces desde el primer momento. Brennan está deseando que Booth vuelva al trabajo. Llevan al cocodrilo al Jeffersonian y el equipo concluye que la víctima es la universitaria Judy Sloan, la cual llevaba varias semanas desaparecida. Mientras que el equipo trabaja para descubrir las circunstancias que llevaron a la chica a acabar así, Brennan se da cuenta de que Sullivan le atrae más de lo que quiere admitir. Mientras tanto, Booth acude a varias citas con el psiquiatra del FBI, el doctor Gordon Wyatt, un inglés peculiar que lleva las "sesiones" en el patio trasero de su casa y que le propone una tarea poco ortodoxa a Booth. Muy perspicazmente, consigue hacerle hablar sobre las verdaderas razones de Booth para atacar al payaso.