Brendan Hines

Cuando el campeón de natación y posible nadador olímpico aparece muerto en una piscina de entrenamiento, Castle y Beckett se tiran de cabeza a investigar su asesinato y destapan una miríada de secretos que podrían haber provocado su muerte. Los autores de novela negra Michael Connelly y Dennis Lehane, que aparecen como estrellas invitadas, aconsejan a Castle sobre el caso mientras juegan al póker.

Una mujer proxeneta, Sharon, contrata al equipo de Olivia Pope para que la salven de los cargos que hay contra ella. Olivia y los suyos empiezan a buscar formas de ayudarle, y Olivia se da cuenta de que uno de los antiguos clientes de Sharon es el hombre al que el presidente acaba de elegir para formar parte del Tribunal Supremo. Olivia interroga al nominado, Keating, y empieza a ayudarle, mientras Quinn intenta vigilar y proteger a Amanda Tanner, que desaparece del hospital.

Billy huye después de apuñalar a Gideon. Quinn llega y encuentra a Gideon en el suelo con unas tijeras clavadas en el cuello. Llama a Olivia, quien trae a su equipo e intenta decidir qué hacer. Billy, sabiendo que antes o después le cogerán, acude a la televisión y empieza a divulgar información acerca de sí mismo y del presidente. Mientras intenta evitar que culpen a Quinn del asesinato de Gideon, Olivia recibe una llamada del equipo de Fitz pidiéndole que les ayude a actuar ante las acusaciones de adulterio hechas por Billy, lo que crea cierta tensión entre Olivia y Fitz.

Olivia y su equipo aceptan el caso de Travis, acusado de violación. Al mismo tiempo, las cosas continúan avanzando con Amanda Tanner, que afirma haber tenido una aventura con el presidente. Cyrus empieza a tomar acciones para evitar la catástrofe política. En el caso de violación, Olivia y su equipo encuentran problemas al intentar llegar a un acuerdo fuera de los tribunales, pues la chica que acusa a Travis se niega a aceptar su oferta.

Olivia intenta que Amanda decida cómo quiere tratar su aventura con el presidente. Cyrus descubre que Amanda está embarazada y muestra su enfado al presidente, diciéndole que debe hacer algo. Olivia y su equipo aceptan como cliente a un dictador, el general Benicio. Buscan a su mujer y a sus hijos, que aparentemente han sido secuestrados. Pronto descubren que su esposa, Carolina, quería abandonar a Benicio.