Jonny Cota

Tim y Heidi llevan a los cuatro diseñadores restantes a una ceremonia del té antes de asignarles la siguiente prueba. Ahora, los diseñadores deben crear una minicolección de entre dos y cuatro looks que represente la evolución de sus marcas desde el inicio de la competición. El ambicioso plan de uno de los concursantes se desentraña, mientras que otro decide jugarse la prueba a todo o nada.

Heidi Klum y Tim Gunn dan la bienvenida a Nueva York a 12 diseñadores y les dicen que hagan las maletas porque su primer desfile será delante de la Torre Eiffel en París. En su primera prueba, los diseñadores deben crear dos looks que sean la imagen de su marca. Las dudas se apoderan de una de las diseñadoras, mientras que otra debe rehacer completamente un vestido a pocas horas del desfile.

Los cinco diseñadores restantes tienen el reto de crear una colección de dos looks y una campaña de marketing digital. Además del desfile, los diseñadores deberán actuar como directores creativos en una sesión de fotos con sus modelos. En un épico y lluvioso desfile, algunos diseñadores brillan y otros se deslucen.

Los diseñadores hacen las maletas y se trasladan a Tokio. Al llegar, su prueba es crear una colección de dos looks de moda urbana. Mientras un diseñador tiene problemas para salir de su zona de confort, otra busca inspiración en los trabajadores locales.

Delante del templo más antiguo de Tokio, Heidi Klum y Tim Gunn asignan a los seis diseñadores restantes una prueba futurista: crear dos looks basados en el concepto de las fuerzas opuestas, que luego presentarán en una exhibición de moda envolvente y digital. La presión del concurso amenaza con hacer fracasar a una diseñadora, mientras que otra sale peligrosamente de su zona de confort.