Cuando Lindsay (Sophia Bush) recibe el soplo de que un padre está buscando vengar la muerte de su hija, Olinsky (Elias Koteas) se infiltra como asesino a sueldo.
Cuando las manos y los pies de un cadáver descuartizado aparecen enterrados, Megan y su equipo tienen que identificar a la víctima y localizar el resto del cuerpo. Consiguen identificarla por el número de serie de su rótula artificial, pero la investigación se complica cuando descubren que la persona que descuartizó el cadáver no cometió el asesinato. Mientras, Lacey visita las oficinas de Megan para un trabajo del colegio. Megan trata de controlar las cosas que Lacey ve allí, pero la fascinación de su hija por todo lo macabro obliga a Megan a hacerle comprender que las víctimas son algo más que la suma de las partes de un cuerpo: son seres humanos a los que hay que velar.
Carrie lleva a cabo su ataque más ambicioso contra la Hermandad. Cruz sospecha de Bunker. Otro horrible asesinato sacude Banshee.
Pese a las reservas de Job, Lucas y su equipo decide seguir adelante con su plan de asalto al campamento Genoa. Lucas y Chayton quedan tocados por culpa de su reciente confrontación letal. Gordon y Carrie hacen una tregua para intentar hablar con Deva.
Alicia defenderá un estudiante universitario acusado de matar a su compañera de cuarto. En la defensa de su cliente, Alicia y Will deben hacer frente a la tensión que existe entre ellos desde la noche de su beso. Diana va a una cita con un experto en balística.