Un posible vínculo con el camión azul del asesino convierte a un diminuto punto en medio de Australia Occidental, llamado Kutyukutyu, en la primera parada de la búsqueda de Eve. Pero todas las pistas que una vez hubo aquí han desaparecido, y los lugareños no tienen nada que ofrecer.

El siguiente caso sin resolver de la lista de Eve la lleva a los lagos salados del sur de Australia, donde casi se encuentra con Mick.

Mick no piensa dejar que Eve se le escape dos veces. Le tiende una trampa a un día de camino hacia el sur, en Opalville... Mientras tanto, bajo los cuidados del «tío Paddy», Eve recupera lentamente su forma física, vuelve a centrarse en su objetivo y aprende a utilizar una lanza indígena, o woomera.

Eve se instala en su nueva vida, cansada de perseguir a Mick por todo el país. Establecerse es una perspectiva tentadora, pero ella no es una chica normal y su sed de venganza no se saciará hasta que él esté muerto. Cuando Mick aparece, ella está preparada.

Eve sigue las pistas hasta el cráter Wolf Creek, donde Mick ha dejado otra pista: un álbum de recortes con los horrores de su infancia.