Es el primer día de Escha Malier como alquimista de la división de I+D de Colseit. Conoce a sus jefes de la delegación y a Logy, su compañero de aventuras. Juntos empiezan a trabajar para la delegación.

Escha y Logy reciben el encargo de ayudar a una aldea cercana ya que sus aguas están contaminadas. En su viaje conocen a dos viajeras, Nio y Wilbell. Escha necesitará alguna fórmula para purificar las aguas...

Escha y Logy descubren que la contaminación del agua procede de la fuente: unas ruinas que hay río arriba, y el problema continuará si no investigan la causa y le ponen solución.

A Wilbell le llama la atención la cola decorativa que Escha lleva y deciden fabricarlas en serie para potenciar la economía de Colseit. Aunque las cosas no salen como planeaban...

Llega a la delegación una especialista médica llamada Lucille y Escha es la asignada para tutelarla. La división de I+d recibe el encargo de crear una medicina para evitar una epidemia y Lucille se ofrece voluntaria para la tarea.

Faul, el padre de Escha, le pide a su hija que encuentre una forma de mejorar la producción de la huerta de manzanas. Al grupo se le ocurre aprovechar las frutas que se tiran durante el aclareo y deciden organizar un concurso de postres.