Al enfrentarse a un crimen, la única alternativa del investigador es hacer que las pistas hablen. No existe el crimen perfecto. Asalto, secuestro, asesinato... el culpable siempre deja huellas tras de sí. En esta serie, todas las pistas que intervienen en la historia están colocadas con una puesta en escena muy estética en un laboratorio forense de CSI. Cada episodio se estructura en torno a diez