Siguiendo el mapa que le ha confiado Hyou, Shin se dirige a Kokuhimura, donde conoce a Sei, un joven idéntico a Hyou. Y entonces, frente a un confundido Shin, aparece Jo Kan, un asesino que pretende acabar con la vida del Rey.

Rodeados por el ejército enviado por Sei Kyou, Shin y Sei tratan de escapar del asedio con la ayuda del pequeño Ka Ryo Ten. Shin se enfurece al escuchar que Hyou no era más que un doble que usaron como parte del plan de contingencia.

Shin decide usar a Sei para seguir su propio camino y este le replica que no es más que una espada. El grupo se dirige al punto de encuentro con Shou Bun Kun y los partidarios del Rey, pero allí son atacados por un nuevo asesino, Mutta.

A pesar de estar cubierto de sangre, Shin da un paso adelante en medio de la batalla y finalmente lanza un contraataque contra Mutta. Mientras, en Kanyou, el legendario General Ou Ki entrega la cabeza de Shou Bun Kun a la Corte Real.

Shin levanta su espada para descargar toda su ira por la muerte de Hyou sobre Shou Bun Kun, quien llora tras reunirse con Sei. El que le detiene es Heki, quien estuvo al lado de Hyou hasta el final y se ofrece a contar su parte de la historia.