Justo en el momento en el que Pablo y Susana están a punto de recibir las llaves de su nuevo piso, el padre de ella, Arturo, encargado de llevar el dinero al notario, les dice que no lo tiene porque lo ha invertido. Por si fuera poco, consigue que despidan a Pablo del trabajo. Pero, como en el fondo no es un mal padre y sería incapaz de dejarles tirados, les propone que, mientras recupera el dinero, se queden en la casa familiar. A Gloria, la madre de Susana, le horroriza pensar que Pablo pueda vivir allí con ellos y convierte al novio de su hija en el objetivo de todas sus dianas. Experta como es en el chantaje emocional, hará todo lo que pueda para obligarles a casarse. Mónica, la tía de Susana, está encantada con la presencia de un nuevo chico en casa al que intentar seducir y Marcos, su tío, se encontrará con el papelón de tener que convivir con unos hijos que no le respetan a la vez que lucha por no perder el puesto de hombre predilecto para su padre. Entretanto, Alfre, el abuelo, sólo desea que le dejen vivir tranquilo en su casa de una vez por todas.

Pablo y Susana se están instalando en la buhardilla, que aún sigue destartalada. En un espacio donde no hay pestillo en el baño, el abuelo esprinta en mitad de la noche en su bicicleta estática, la madre busca la caja de costura con muy poca discreción o el hermano se empeña en rescatar su máscara de esgrima de entre todos los bártulos... es muy difícil tener algo de intimidad y conseguir descansar. Cuando Pablo acude a ARMASA, la empresa familiar de 'puro producto español', se percata de que la ilegalidad es la única norma que se sigue. No existen libros de cuentas, la luz es de una farola pública, no hay sueldos fijos... y Pablo acaba descubriendo que ARMASA está en la bancarrota más absoluta.

Gloria le comenta a Susana y a Pablo que ha hablado con el padre Manuel y les va a hacer un hueco en los cursos prematrimoniales. Para ello, necesitan el certificado de Bautismo. Pablo cae en la cuenta de que no está bautizado, por lo que decide recibir clases de Bautismo del padre Miguel. Éste lo aprueba porque le interesa que se casen. Mientras, Arturo ha comprado una partida de gambas en las que ha invertido 7.000 euros. Pablo no se puede creer que hayan desperdiciado ese dinero en algo tan perecedero, y más cuando intentan venderlas y no lo consiguen. Desesperados, montan una subasta en la que Marcos termina metiendo la pata por cabezonería, ya que decide ser el que puje más alto. Las gambas terminan siendo el menú de los Mata durante una temporada. Pablo no puede soportar el enorme descalabro con el tema de las gambas, pero tiene puestas sus esperanzas en un amigo de su tío que le ha ofrecido un trabajo.

Los problemas económicos de Pablo y Susana van de mal en peor. Siguen sin un euro y encima los Mata van a ser desahuciados por no pagar una hipoteca que falsificó Arturo. Pablo, Arturo y Marcos intentan conseguir préstamos, pero la falta de avales y la estupidez de Marcos, le hacen fracasar. Arturo y Pablo acaban pidiendo el dinero a un amigo de Arturo. Cuando Pablo se entera de que el supuesto amigo de Arturo es un prestamista aficionado a romper piernas, no habrá valeriana capaz de calmar su ataque de pánico. Mónica decide robarle a Alfre sus ahorros antes de que Gloria y su familia se pulan toda su herencia. Gloria, tras recriminarle a Mónica su miserable plan, decide también robar los ahorros de Alfre antes de que lo haga su hermana. Raquel invita a Rafita a casa. Gloria se opone tajantemente y le prohíbe que vuelva a hacerlo. Raquel, demostrando un gran respeto hacia su abuela, vuelve a invitar a Rafita a casa. El presupuesto del centro está bajo mínimos y Jorge obliga a Susana a echar a dos profesores. Susana descubre que la que más se merece que la echen es Laura, su amiga del alma.

La falta de intimidad en la buhardilla, provoca que Pablo se bloquee y no pueda hacer el amor con Susana. Ella intenta quitarle importancia, aunque hay días que se ducha hasta tres veces. Cuando Pablo descubre que la vida sexual entre Jorge y Susana era más que satisfactoria, se acaba obsesionando, lo que le acerca a la depresión. Merche aparece con la intención de llevarse a sus hijos a Estados Unidos. Marcos, lejos de rendirse, decide usar su inteligencia para no perder a su familia. Al carecer de ella, acabará en una cornisa amenazando con suicidarse si Merche le deja. La economía de los Mata está en las últimas. A Alfre le tocan 4000 euros en la bonoloto. Lejos de dar cualquier muestra de afecto por la familia, Alfre decide ocultarlo y gastárselos en sus cosas. Pero Mónica le descubre. ¿Le recriminará su despreciable falta de solidaridad? Pues no, le pedirá el 50 por ciento del dinero. Arturo, al que Gloria ha echado de casa, se instala en la nave industrial. Mónica demostrando sus dotes de psicóloga intenta mediar entre ellos. Resultado: les pone al borde del divorcio. Pero Arturo, lejos de rendirse, utiliza la socorrida técnica de los hombres de la familia Mata para recuperar a sus mujeres: subirse a una cornisa y amenazar con suicidarse.

Pablo necesita dinero para comprar el anillo de pedida a Susana, pero no sabe de dónde sacarlo. Josele y Rubén le proponen varios negocios para conseguirlo: hacerse donante de esperma o la reventa de entradas para conciertos. Gloria y Susana, al ver que Arturo y Marcos no contribuyen en las tareas de la casa, deciden ponerse en huelga y no hacer ninguna tarea doméstica hasta que los hombres no traigan dinero a casa. Ellos lo intentarán, pero poco a poco, el caos se irá adueñando de la casa de los Mata. Pablo y Arturo reciben un adelanto de un cliente por la compra de unos saneamientos, pero Arturo se gasta el dinero en cubrir pufos varios. El cliente comienza a presionarlos para que le entreguen su pedido y les amenaza con denunciarlos si no lo entregan en plazo. Arturo, Pablo y compañía tendrán que encontrar una solución para cumplir con su palabra. En el centro cultural las cosas se complican cuando cierra otro centro cercano y se les llena de alumnos. Como Jorge no contrata a profesores nuevos ni sube los sueldos, deciden ponerse en huelga. Mónica se convierte en la portavoz de los huelguistas enfrentándose a Susana que trata de atajar las manifestaciones y piquetes.