¿Qué nos pasa después de morir? ¿Adónde vamos? ¿Sobrevive alguna parte de nosotros? En el episodio final de esta serie, Morgan Freeman pretende entender la obsesión de la humanidad por la vida después de la muerte. Para ello, habla con David Bennett, un hombre que murió y regresó para contarlo; Sam Parnia, un médico que está convencido de que hay algo que sobrevive a nuestros cuerpos físicos tras la muerte; la arqueóloga Jodi Magness, quien revela cómo la muerte de un hombre otorgó a la humanidad la vida eterna; Swami Varishthananda, un monje que guiará a Freeman a través de la creencia hindú en la reencarnación; el académico Enrique Rodriguez-Alegria, quien relacionará los sacrificios humanos de los aztecas con la celebración moderna del Día de los Difuntos; la egiptóloga Salima Ikram, quien descubrirá la fe más antigua que se conoce en la vida después de la muerte en el interior de tumbas de pirámides de miles de años de antigüedad; y Martine Rothblatt, quien ha descargado los recuerdos y la consciencia de su mujer en un robot llamado BINA48 en su búsqueda por la inmortalidad digital.

El inclemente juicio y los cataclismos violentos están asentados en la imaginación popular y llenan numerosos libros sagrados. Morgan Freeman investiga este supuesto futuro, así como anteriores milenios de conflictos para determinar cómo terminará el mundo. El viaje lo llevará al desierto al que tres religiones llaman hogar, para leer detenidamente los manuscritos del mar Muerto y aprender los orígenes del mesías judío. En Roma, descodifica la enigmática marca de la bestia, 666, y se sienta con un terrorista islámico reformado. Viaja a Guatemala para determinar si los antiguos mayas realmente predijeron el fin del mundo, y aprende de un psicólogo por qué algunas personas encuentran confort en las catástrofes. Por otro lado, una visita a los supervivientes del huracán Katrina y una sesión meditativa con uno de los hombres más sagrados del budismo hacen que la perspectiva de Freeman empiece a dar un giro: ¿y si el apocalipsis no es una masacre planetaria, sino, más bien, un cambio de paradigma mental?

¿Existe un sentido de Dios compartido por todas las religiones? ¿Cómo ha cambiado la identidad de Dios a lo largo de los milenios? En una búsqueda épica para entender los millones de dioses de la humanidad, Morgan Freeman se embarca en una profunda investigación personal que lo llevará alrededor del mundo. Desde una moderna macroiglesia estadounidense con decenas de miles de personas a templos hindúes repletos de millones de dioses. Viaja desde la Nación Navajo en Nuevo México, donde una chica navajo se comunica con sus ancestros divinos, hasta las mezquitas de El Cairo, donde los musulmanes hablan con un dios que no tiene forma física. Descubre cómo Stonehenge, en la Gran Bretaña pagana, está conectado con un faraón egipcio renegado y el nacimiento del judaísmo. Gracias al mapeo de alta tecnología su propio cerebro, averiguará si Dios deja una huella mental.

¿De dónde viene el mal? En una cárcel de máxima seguridad, Morgan Freeman se encuentra cara a cara con un asesino en serie y busca la raíz física del mal en su cerebro. En una antigua tumba, la egiptóloga Salima Ikram le muestra una representación del "peso del corazón" y el nacimiento de la creencia de que lo que haces en esta vida repercute en la siguiente. El psicólogo Jesse Bering ha descubierto que los niños que creen que están siendo observados por un ser invisible obedecen las reglas más que aquellos que no lo creen. Freeman se topa con el zoroastrismo, cuya creencia en el equilibrio cósmico entre el bien y el mal inspiró el demonio cristiano. En India, descubre que los hindúes creen que el mal se origina en las almas atormentadas de sus propios ancestros, quienes simplemente necesitan ser liberados. Y explora la idea de la redención al conocer al antiguo skinhead neonazi Bryon Widner, que le dio la espalda a una vida de maldad.

Morgan Freeman busca a varios líderes religiosos para preguntarles cómo son escogidos y qué papel juegan en su fe. El viaje lo llevará alrededor del mundo: conocerá a un niño de 9 años en Minesota que es la reencarnación de un lama tibetano y en Tailandia será testigo de las extraordinarias perforaciones sufridas por aquellos dispuestos a sacrificarse por los pecados de otros. Descubrimos que su objetivo es hacerse una idea de la visión de dios que tiene el mundo para poder enseñarnos lo que significa.

Morgan Freeman examina las formas en las que la gente de todo el mundo incorpora el cielo y el infierno en sus vidas. Desde presenciar exorcismos en Etiopía y descubrir la existencia de sacrificios humanos en la civilización maya, hasta encontrarse con una mujer que ha experimentado su propio cielo tras tener una experiencia cercana a la muerte. Este episodio descubre que el cielo y el infierno no son solo ideas, sino que son parte de todos nosotros, una parte de la que ansiamos escapar y otra que esperamos que nos transforme.