La vida de Rita

Rita tiene que ocuparse de su hija Leonor, la sordomuda, que ha entrado en crisis. Leonor ha decidido que no tiene ganas de vivir y quiere suicidarse. Ángeles quiere aprender a escribir poesía, para expresar su mundo interior. Alfredo se reafirma en su misoginia, mientras Samuel, determinado a formar una familia, inicia un romance con una mujer a punto de dar a luz.

Rita no puede soportar que su ex marido venga a verla, especialmente cuando lo hace acompañado de una novia cada vez más joven y más guapa. Berta tiene un novio con el que se lleva bien, pero tiene un defecto y es que se le va la mano de vez en cuando.

Rita se enamora de un director de cine y actor. Berta tiene que ocuparse de su hermana Leonor, que aunque solo es sorda, ha decidido no volver a pronunciar ningún sonido. Samuel quiere comprarse un coche, que no necesita, mientras Cucho se dedica a hacerle la vida imposible a su hija Rosarito.

Rita decide poner fin a su romance con el director de cine. Berta conoce a una chica de su edad, en un bar, con la que comparte el haber tenido el mismo ex-novio. Cucho no consigue quitarse de encima a rosarito y Samuel no puede disimular que se está quedando sordo.

Rita se encuentra con que todos le piden dinero al mismo tiempo: su padre, su hermano, su hija Berta, hasta su ex-marido. Incapaz de atender tantas demandas, Rita empieza a sufrir un tartamudeo compulsivo. Berta tiene tres novios a la vez, y esa agitada vida amorosa ha convertido su vida en un caos. Cucho busca razones para explicar su constante mal humor. Samuel, enamorado de Rita, está agotando todas las estrategias de acercamiento, sin lograr ningún resultado.

Rita se siente sola y empieza a tener problemas con el alcohol, aunque trata de ignorarlos. Su hija Berta también atraviesa una crisis existencial, está deprimida y ha decidido no lavarse. Cucho da rienda suelta a su instinto paternal con la hija recién nacida de una mujer con la que solo mantuvo una relación esporádica. Mientras, Samuel sigue apostando por el fútbol, la cerveza y las patatas fritas como la auténtica razón de la existencia.