El detective en jefe John Luther regresa al trabajo después de un período de licencia tras el traumático arresto del asesino en serie Henry Madsen. El primer caso de Luther está investigando el asesinato de los padres de la niña genio, Alice Morgan. Rápidamente, deduce que Alice es responsable de las muertes, pero el crimen aparentemente perfecto no deja evidencia para condenarla.

Luther se enfrenta a un francotirador experto. Mientras siguen apareciendo víctimas, Luther debe descubrir cuál es la verdadera razón de los asesinatos. Alice investiga a Luther y parece saber qué ocurrió durante el arresto de Madsen.

Kirsten Ross, una joven madre, ha sido secuestrada. Luther se da cuenta de que esta es la obra de Lucien Burgess, un coleccionista y escritor de ocultismo. Burgess es sospechoso del asesinato de otra mujer, Grace Allen, 10 años antes, pero nunca fue acusado.

Cuando aparece un asesino en serie Luther debe dejar de lado su vida personal para descubrir por qué el asesino está matando a tantas chicas. Henry Madsen, el asesino responsable de la ausencia de Luther despierta del coma.

Cuando la mujer de un marchante de arte es secuestrada a punta de pistola, Luther dirige una investigación muy tensa. Los secuestradores quieren diamantes y para ganar tiempo Luther utiliza unos diamantes de otro caso.

Culpado de asesinato, la única persona a la que el detective en jefe John Luther puede acudir en busca de ayuda es Alice. El detective en jefe Reed permanece en el centro del equipo policial, apuntalando silenciosamente las pruebas contra Luther desde dentro.