Bertín Osborne es el encargado de ayudar a la familia de Milagros a conseguir el premio que la se merece. Ella es la primera protagonista de este programa, una malagueña que montó una empresa con su marido Antonio. Sin embargo, por culpa de la crisis, la pareja decidió hipotecar su casa para no tener que dejar de pagar a sus trabajadores. La situación se complicó tiempo después cuando Milagros tuvo que enfrentarse a la pérdida de Antonio. Viuda y con un niño de 9 años, su suerte no cambió ante la amenaza de un nuevo contratiempo: perder su casa. Por este motivo, su familia decidió concursar en el programa para ayudar a Milagros a salir de esta situación y poder darle lo que se merece.

Isabel Gemio y Ana Fernández son las cómplices de este programa para ayudar a nuestra protagonista Andrea a lograr lo que se merece. Andrea es una una chica de Navarra a la que en plena adolescencia se le trunco la vida: sufrió un ictus cerebral. Cariñosa, buena y trabajadora, ha tenido que superar unas pruebas muy duras a las que ha plantado cara con una sonrisa y una esperanza envidiables. La joven ahora continúa ayudando a personas con discapacidad que se encuentran en una situación parecida a la que ella vivió hace años. El diagnóstico médico era claro: "No volverá a caminar". Sin embargo, sus ganas de vivir y su espíritu de superación consiguieron que volviera a andar y todos los retos que se ha propuesto. Así, Andrea ha logrado estudiar, trabajar, viajar, es voluntaria en ONG y prácticamente ha conseguido valerse por sí misma.

Para conseguir el objetivo de que Paula, nuestra protagonista, consiga lo que se merece contamos con la ayuda y la complicidad de Carolina Ferre. Paula tiene dos años y padece agenesia sacra, una anomalía del desarrollo de la columna vertebral que le impide caminar con normalidad. A medida que las personas con esta enfermedad crecen, se van encorvando y pierden toda movilidad. Los médicos que llevaban su caso en España les dijeron a sus padres que, cuando creciera, podrían intentar operarla para enderezar la columna, pero descartaron que algún día pudiese caminar. Pero los padres de Paula, Chus y Santi, no se conformaron y empezaron a investigar qué posibilidades había para su hija.