Para conseguir un papel en la nueva telecomedia titulada Room and Bored, la actriz Valerie Cherish acepta participar en un reality show donde las cámaras graban sus vicisitudes tanto en su casa como en el estudio de grabación.

Valerie, Mickey y el reparto de Room and Bored van a Nueva York para ser presentados antes los medios. En la Gran Manzana, Valerie se lleva un buen chasco, se pierde una comida importante y se teme lo peor cuando la cadena de TV presenta al reparto.

Después de leer el guion del "primer episodio oficial", Valerie invita a sus compañeros de reparto a "una comida para estrechar lazos", pero Juna no se presenta. En casa, Valerie se conmueve cuando cree que Franchesca por fin decide pedirle ayuda.

Como le preocupa que Paulie G. haya escrito una frase que hará que el público se ponga en contra de su personaje, Valerie recluta a Gigi para que le ayude a suavizar el tono de la frase. Valerie se replantea adoptar una mascota.

A Valerie le preocupa que la subtrama de su regreso no sea "suficiente". La cadena intenta darle más emoción a su reality show mezclándolo con otro y gastándole una broma que casi sabotea la reunión de Valerie con un redactor de TV Guide.

Todo el reparto está muerto de miedo debido al desastroso estreno de Room and Bored, pero Valerie intenta levantar la moral con un envío de galletas nocturno que da un nuevo significado a su latiguillo: "¡No quiero ver eso!".