Walt Disney forma WED Enterprises con el propósito de construir su sueño, Disneyland. Los imagineers comienzan una cultura festiva de hacer que la fantasía sea creíble. Descubren y formulan un conjunto de principios del diseño que transportan a la gente de su vida cotidiana a países imaginados. Estos lugares atraen a todo el mundo, no a clientes, sino a Visitantes con V. El grupo original de imagineers cuidadosamente seleccionados aplica sus técnicas cinematográficas a un espacio tridimensional. Walt lo sabe: si tus ojos ven algo, tus pies les seguirán. Un parque con ambientes temáticos, fieles a una historia, no existía hasta entonces y creó gran ilusión. Disneyland logra un éxito meteórico y nace la industria de los parques temáticos. Walt Disney afirma que, a diferencia de una película, que se acaba, Disneyland nunca estará acabado mientras quede imaginación en el mundo. Embarcado en una misión secreta, Walt comienza a comprar terreno en Florida central para un misterioso “Proyecto X”. Aplicando el conocimiento de la década previa para concebir planes futuros a largo plazo, sienta los cimientos para la expansión, pero, trágicamente, muere antes del inicio de las obras. Aturdidos, los imagineers paran a recuperar el aliento. La historia de la ingenuidad podría acabar aquí. ¿Habrá alguna vez algún otro visionario como Walt Disney? Algunas secuencias o formas con luces parpadeantes pueden afectar a los espectadores fotosensibles.

Roy O. Disney se decide a cumplir los deseos de su hermano y surge otro Magic Kingdom. Walt Disney World se convierte en la primera incursión de WED en el diseño y planificación urbanística. Las muchas horas de trabajo, el estrés y el trabajo duro llevaron a la muerte prematura de Roy. Una segunda generación de jóvenes diseñadores e ingenieros y un nuevo CEO, Card Walker, realizan la última y más ambiciosa de las ideas de Walt: EPCOT, que buscaba un propósito más alto que el mero entretenimiento. Llega otro éxito con el primer parque internacional de Disney, Tokyo Disneyland. Estos dos grandes proyectos se realizan al mismo tiempo. Al no haber más parques temáticos previstos, WED despide a la mayoría de su personal Card Walker se retira. Un intento de OPA hostil a manos de un tiburón empresarial amenaza con romper en pedazos The Disney Company y sus amados parques y el ánimo cae por los suelos. ¿Sobrevivirá WED? Algunas secuencias o formas con luces parpadeantes pueden afectar a los espectadores fotosensibles.

Dos ejecutivos nuevos, Michael Eisner y Frank Wells reviven el estudio y WED Enterprises, centrándose en el talento famoso, la compra de propiedad intelectual externa a Disney para los parques y entrando en una fase de crecimiento. WED Enterprises se rebautiza como Walt Disney Imagineering. Ante la oleada de éxito, Michael Eisner proclama que los 90 se llamarán “La década Disney”. Frank Wells crea un laboratorio oficial de I+D de Imagineering y promueve la innovación a largo plazo, fomentando una nueva era de experimentación mediante diseño por ordenador. Sin embargo, surgen problemas con la construcción de Euro Disneyland, que se encuentra con oposición local y acusaciones de imperialismo cultural. Mala cobertura mediática, una recesión económica en Francia y pasos en falso culturales contribuyen a disminuir la afluencia y amenazan la supervivencia del parque. La muerte repentina de Frank Wells y los problemas presupuestarios de Euro Disneyland hacen que la dirección decida apartarse del desarrollo de futuros parques temáticos. Los imagineers se preguntan si se habrán acabado sus días de parques temáticos. Algunas secuencias o formas con luces parpadeantes pueden afectar a los espectadores fotosensibles.

Michael Eisner contrata gestores centrados en los negocios para calmar a Wall Street, diversificar la compañía y colocar un foco agresivo en productos de consumo y en ganar dinero. Tras los retos de Euro Disneyland, los imagineers encabezan varios proyectos de éxito, incluido el diseño de dos barcos de la marca Disney para una nueva línea de cruceros; repensar el concepto de un zoo en el parque temático Disney’s Animal Kindgom; y reciben muchos elogios por Tokyo DisneySea, el segundo parque de Tokyo Disney Resort. A pesar de todos estos logros, los siguientes tres parques, Disney’s California Adventure, Walt Disney Studios y Hong Kong Disneyland reciben críticas por ser baratos, demasiado pequeños y romper los diseños básicos tan decisivos en el éxito de la compañía. Culpan a Michael Eisner y lo despiden. A los imagineer les preocupa que el modelo parece irreversible. Algunas secuencias o formas con luces parpadeantes pueden afectar a los espectadores fotosensibles.

Bob Iger, un maestro del fomento de talento creativo y de fomentar relaciones, toma posesión como CEO de The Walt Disney Company y devuelve el entusiasmo a los empleados. Respeta la herencia de Disney, pero con los pies firmemente plantados en el futuro, Bob devuelve Imagineering a sus principios fundamentales mientras moderniza la fórmula para el público contemporáneo. Al invertir en contenido creativo, expansión internacional e innovación tecnológica, prepara a la empresa para el éxito a largo plazo. Rápidos avances en tecnología ven el auge de la interactividad como un elemento clave del diseño de los proyectos de Imagineering. Esa década es una era dorada para Imagineering que se logró siguiendo el compromiso original de Walt con la ingenuidad humana y la promesa de que estos parques nunca estarían acabados y que seguirían empujando los límites de la imaginación. Algunas secuencias o formas con luces parpadeantes pueden afectar a los espectadores fotosensibles.

A través de su incesante búsqueda de la perfección, Bob Iger en persona guía Shanghai Disneyland. Inspira los primeros procesos del diseño e insiste en la sensibilidad cultural, acuña la frase: “auténticamente Disney y definitivamente chino”. Este principio rector guía e inspira a los imagineers a unir ambos, creando un parque temático muy customizado y único. Durante el esfuerzo de construcción de cinco años, los imagineers oscilan entre pegarse y apartarse de su fórmula tradicional de diseño instaurada por Walt Disney. Contra todo pronóstico, desde presupuestos y plazos a leyes de la física y la página en blanco, los imagineer introducen “el lugar más feliz del mundo” en un mercado nuevo. Las atrevidas adquisiciones de Bob Iger de propiedad intelectual de los años previos dan sus frutos. Pandora: The World of Avatar abre en el parque temático Disney’s Animal Kingdom. Los superhéroes de Marvel aparecen en tres dimensiones. Y el universo de Star Wars llega de una galaxia muy, muy lejana. En el proceso, los imagineers fuerzan los límites de la inteligencia artificial, la narración inmersiva y la participación del visitante, influyendo en la industria y los consumidores más allá de los parques temáticos, manteniéndose siempre fieles a su misión original de hacer realidad los sueños. Algunas secuencias o formas con luces parpadeantes pueden afectar a los espectadores fotosensibles.