Constance Meyer: Jueza en prácticas

Louise, de 16 años, aparece muerta en un contenedor de basura en el club nocturno propiedad de su padre, Alain Louvion, un bocazas que advierte al juez Filiponi que si encuentra al asesino de su hija antes que la policía, ¡lo matará él mismo! La madre de Louise, Cathy, se divorció de Alain hace una década. Se ha vuelto a casar con Franck Blancheteau, teniente de alcalde de Desarrollo Urbano, que crio a Louise hasta que Alain volvió a aparecer. Los dos hombres no se soportan, pero se las arreglan para ser civilizados.

La bella Ingrid Montauban, de 30 años, agente inmobiliaria que trabaja para una empresa especializada en propiedades de lujo, aparece muerta en la piscina de una lujosa villa que intentaba vender. El juez Filiponi y Constance Meyer indagan en la vida de una joven a la que sus colegas describen como una trabajadora modélica pero reservada… y descubren una sorpresa tras otra. Ingrid, una mujer supuestamente solitaria, navegaba por sitios de citas por Internet y tenía una serie interminable de encuentros fugaces con hombres ricos. Pero ¿era realmente ese el tipo de relación que buscaba? ¿Y acaso le gustaban los hombres? Ingrid se ganaba bien la vida, así que ¿por qué vivía en un apartamento modesto? ¿Qué hacía con todo su dinero?

Todo el tribunal está conmocionado: una de las suyas, la jueza Claire Delaunay, ha sido encontrada muerta en las rocas, al pie de un acantilado. Y está claro que no se ha suicidado. Un conmocionado juez Filiponi toma la iniciativa y solicita llevar el caso. Pero se olvida de mencionar un detalle clave: tuvo una relación sentimental con la víctima y tiene en su poder un objeto muy importante que lo lleva a mostrarse muy agresivo con el marido de Claire, un antiguo campeón de carreras que dirige un circuito local. ¿Lo hace Filiponi por celos? ¿O realmente cree que la jueza fue asesinada por su propio marido? Constance tiene serias dudas, pero ni siquiera ella está segura de cuál es el verdadero motivo de Filiponi.

Victor Jacquet, de 68 años, director general de una fábrica textil, es asesinado. El juez Filiponi, secundado por su pasante, Constance Meyer, comienza por analizar a la víctima, un hombre extremadamente autoritario que estaba a punto de entregar su empresa a su hijo, Alister. Victor estaba casado con la atractiva Mathilde, una mujer veinte años menor que él que tenía todos los visos de ser una cazafortunas. La hija de Mathilde de un matrimonio anterior, Anais, está casada con Alister, el hijo de Victor.

Margot, una joven de 17 años y estrella francesa de la natación, es violada en la ducha de su club de natación unas semanas antes de las pruebas del equipo olímpico. Su entrenador, David Grimm, era la única persona que se encontraba en el club cuando se produjo la violación. Margot desarrolla un caso de amnesia postraumática y no recuerda nada. Constance y el juez Filiponi tendrán que resolver el caso sin su ayuda. Aunque el entrenador parece ser el sospechoso más evidente, Constance y el juez también investigan a Bertrand Reboils, el médico del equipo.

Fabian Varelle, de 31 años, aparece muerto en el mar. El juez Filiponi y su becaria, Constance Meyer, determinan rápidamente que se trata de un asesinato disfrazado de accidente. Encuentran imágenes de Varelle en las grabaciones de las cámaras de vigilancia de una urbanización cerrada. Es un remanso de paz, aislado de la violencia del mundo exterior. O eso parece... porque unos meses antes, sus residentes se tomaron la justicia por su mano y le dieron una paliza a un ladrón.