A sus 15 años, Tara Webster viaja a Sídney para hacer una audición en la escuela de ballet más prestigiosa del país, la Academia Nacional de Danza. Tara está convencida de que sus sueños están a punto de hacerse realidad. Lo que Tara desconoce es que necesita un duro entrenamiento, y que en la Academia hay que sobrevivir más que bailar.

Tara deja su hogar rural y llega a la Academia emocionada con el año que le espera, pero descubre que está muy por debajo de todas las clases y que no se le permite bailar en punta hasta que mejore su técnica. Tara, luchando por encajar, aprende a respetar a sus profesores, a las malas, a saber quiénes son sus verdaderos amigos, y a tener precaución con su compañera de piso, Abigail.

Cuando Ethan, el chico que le gusta a Tara, amenaza con desviar su amistad con Kat, Sammy la ayuda a escribir una lista de pros y contras para despejar su mente. Mientras los problemas en las habitaciones crecen, Abigail gana una victoria decisiva, envía la lista de Tara por correo a toda la Academia.

Durante los primeros años, a los alumnos se les asigna ejercicios para conectar con sus compañeros. Tara se frustra cuando Christian se niega a participar, sin embargo, logran conectar inesperadamente cuando Tara le sigue a la playa y Christian la rescata de una situación peligrosa.

Sammy se ve obligado a elegir entre la danza y su padre cuando las clases obligatorias de ballet ocurren el mismo día que sus servicios en la sinagoga los sábados. Christian se esfuerza por aceptar las normas de la Academia.

El Ballet Nacional llega a la ciudad y Tara se queda atónita al saber que la madre de Kat es Natasha Willis, la directora de la Compañía y su ídolo de la infancia. La novia de Sammy, Mia, también regresa, haciendo que Sammy evalúe sus sentimientos por Abigail.