Durante el último día de clases antes de las vacaciones, Gabe se entera de que van a transferir a varios de sus estudiantes a otro colegio.

Gabe debe buscar un colega para evaluar los exámenes de su clase y se preocupa cuando la persona más honesta del profesorado se ofrece sin pedir nada a cambio.

Gabe recibe en su clase a un atleta destacado que fue transferido y sufre un tropiezo en su camino hacia la sobriedad.

Marisol cuestiona el juego limpio de Gabe cuando un jugador de fútbol americano parece recibir un trato especial, justo antes del gran partido de la escuela.

Gabe interviene cuando cree que uno de sus estudiantes está siendo acosado. Las nuevas directrices preocupan a Marisol.